capítulo N°4

902 105 9
                                    

Llegamos a la academia y Cinco le pagó al taxista

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Llegamos a la academia y Cinco le pagó al taxista. Abrimos las grandes puertas del edificio y entramos. Parecía estar en silencio, lo que nos indicaba que nuestros queridos hermanos estaban ocupados en sus habitaciones.

Dejen mi abrigo en el sofá y comencé a caminar a la cocina dejando atrás a él niño.

Revisé las alacenas y no había mucho para hacer, pero si había lo suficiente.
Le unte jalea a mis panes y comencé a picar salchichas, este ❛❛platillo❜❜ lo había descubierto en un dia de resaca.

Abrí el refrigerador para tratar de encontrar la reserva de chiles de Diego y tuve éxito.

El sonido de una onda se hizo presente junto con el comentario del idiota.

──¿Qué estás preparando?-miró asqueado

──sandwich de mermelada y salchicha, ¿quieres probar? - le ofrecí

──eso suena asqueroso - frunce el ceño, me encogió de hombros y le di una mordida al sandwich

──tu te lo pierdes-digo con la boca llena. Me siento sobre la mesa mirándolo atenta-¿para que esa maleta? - señaló

──no es de tu incumbencia-asiento

──¿entonces por que estas aquí?-preguntó con una sonrisa -¿no me digas que te gusta mi compañía?

──no, claro que no. Yo solo vine a... - miró a su alrededor. Tomó uno de lo cuchillos de cocina - vine por un arma-excusó

──seguro, claro-me rei-ya tienes tu cuchillo, ya te puedes ir-agite mi mano en señal de despedida

──eres un fastidio, ¿lo sabes verdad?-dice para después desaparecer

──me ama-susurró en burla para mi misma

╔═══❖•ೋ° ══════°ೋ•❖═══╗
...
Hace 14 años

Era una tarde lluviosa en la mansión por lo que sólo podía significar una cosa, tarde intensa de entrenamiento.

Papá solía apartarme de los demás y dedicarme toda la tarde para poder mejorar mis poderes. Yo fingía que me agradaba ya que trataba de engañarme a mi misma diciendo.

❛❛es solo una tarde padre e hija❜❜

Pero no podía estar más equivocada.

──número cinco, el día de hoy iremos afuera-dijo tomando uno de los paraguas del pasillo. Yo iba a hacer lo mismo pero el me detuvo- tu no número cinco
‎      ‏‏‎‎      ‏‏
‎      ‏‏‎
‎      ‏‏‎
La lluvia me había mojado por completo, las gotas se deslizaba por mi flequillo impidiendome ver en su totalidad.

──necesito que te concentres número cinco-asentí algo asustada-¡ahora!

Miles de volteos pasaron por mi cuerpo hasta llegar a mis manos, mi cuerpo se agitaba descontrolada mente ante el dolor.

Cool Kids★彡número cinco彡★Donde viven las historias. Descúbrelo ahora