♡┊ You.

740 101 255
                                    

⚠︎┊Advertencia; el one shot contiene cursilería y algo más.

Bebí con suavidad el último sorbo de mi café, exhalando el vaho agradable por entre mis labios

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Bebí con suavidad el último sorbo de mi café, exhalando el vaho agradable por entre mis labios. Era época de invierno y las calles de Seúl estaban casi vacías, el tránsito había disminuido considerablemente y no porque la gente decidiese encerrarse en casa, sino porque la gran mayoría estaba de vacaciones esquiando o simplemente yendo a lugares turísticos. Pensarlo era tan agradable como acogedor. Me gustaba esta época, incluso si mi vida cotidiana era solitaria.

El timbre de la puerta me hizo girar la cabeza de pronto. Yo no esperaba a nadie hoy, o al menos no hasta donde podía recordar. Me acerqué con pasos cautelosos hasta la mirilla de la puerta sólo para divisar a Chaeyoung, poniendo su ojo demasiado cerca mientras volvía a golpear.

— Chaeyoung-ah. —Abrí la puerta con una sonrisa divertida, sintiéndola colgarse de mi cuello en cuanto me vio.— ¿Qué haces aquí, no deberías estar de vacaciones con Mina?

Cerrando la puerta tras ella, pude notar que llevaba una bolsa que no me ofreció, por lo que asumí que no era para mí y sólo venía de visita.

— Atrasamos los planes unos días, ella quería visitar a Nayeon por su nuevo empleo. ¿Ya ves que le costó dos meses que la contrataran? Finalmente la contrataron.

— Eso es genial, Chaeyoung, no estaba enterada.

— Eso es porque nunca contestas nuestros mensajes, estás consumida en el trabajo. —Esbocé una pequeña sonrisa apenada, porque era cierto. Había tomado distancia este último tiempo y no porque quisiese, sino porque sentía que lo necesitaba de vez en cuando.— Pero no te sientas culpable, Nayeon dijo que te llamaría, quiere invitarte a salir para ponerse al día.

— Y lo aceptaré sin problemas, las extraño a todas igualmente. Cuando pueda, las invitaré a cenar.

— Eso mismo dijiste el mes pasado.

Reí, sabiendo que aquello también era cierto.— Dame un poco de tiempo, prometo cumplirlo.

— Está bien, lo que digas. —Me sonrió, empujándome con su bolsa enorme.— Traje comida, así que más te vale servirme algún vaso de lo que sea que tengas.

Y ni siquiera lo dudé. La invité a sentarse mientras ella colocaba nuestro almuerzo sobre la mesa, comenzando a parlotear sobre sus días viviendo oficialmente con su novia. Les había costado meses encontrar una casa que se acomodase a los requerimientos de cada una hasta que lo consiguieron al sur de Gangnam-gu. Ya habían adoptado dos perros, dos gatos y un erizo, y parecía que sus siete años de noviazgo recién comenzaban.

— ¿Tú cómo has estado, Momo, alguna novedad?

Yo no tenía novedades y ella lo sabía, pero aún así me lo había preguntado con esperanzas. Me tragué la carne que tenía en la boca, encogiéndome de hombros con simpatía.

❝ August & Drugs ❞ ; DahmoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora