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Suspiró aburrido recargando la mano en su barbilla, ese día estaba más aburrido de lo normal, la librería estaba más que sola, solo había un par de chicos en una de las mesas del fondo y unos infantes en el área de libros para niños.

Serim odiaba trabajar ahí, cuando bien podría estar en alguna fiesta o algo así, tal vez bebiendo junto a sus amigos, pero no, estaba ahí en ese aburrido lugar, pero no le quedaba de otra, no había encontrado trabajo en otro lugar más que ahí; una librería.

Odiaba ese lugar, lleno de personas que se creían inteligentes solo por el hecho de leer un estúpido libro, cualquiera puede leer un libro, hasta alguien estúpido y eso no le hace inteligente.

Para la gente no era típico o normal ver a un chico como Serim en una librería, un chico lleno de tatuajes y piercings, su ropa completamente negra, no daba muy buena impresión incluso a veces les daba miedo acercarse y preguntar algo.

La puerta fue abierta y por inercia su vista fue hacía la persona que había entrado por esta, quedando encantado ante la vista.

Un pequeño chico de cabellos castaños llego a su vista, vestía un overol color mezclilla clara, un lindo suéter azul pastel con lineas lila pastel, por el dobladillo de su pantalón se notaban sus calcetines rosados con gatitos caricaturezcos en estos, lo que más llamo la atención de Serim fue aquel pequeño detalle en sus ricitos castaños, una linda corona de flores de colores pasteles la cual combinaba con su atuendo, de lejos pudo notar sus mejillas levemente ruborizadas.

¿Acaso veía un ángel? Ese chico irradiaba luz, no solo por cómo estaba vestido, la sonrisa que tenía su rostro parecía iluminar el lugar.

Lo observó atento el tiempo que estuvo ahí sentado en una de las mesas leyendo entretenido el libro, miraba como acomodaba su corona cada que se caía un poco, como este mordía sus labios de vez en cuando y como fruncía el ceño cuando estaba concentrado.

Observó a este pararse, dejar el libro en su lugar y salir de ahí, tal vez solo estaba de paso por ahí, se sintió algo triste por una razón que no sabía, "es la primera vez que lo vez, es patético Serim" pensó.

Pero esos pensamientos se fueron cuando al día siguiente le vio entrar nuevamente, y al día siguiente y al día siguiente, había perdido la cuenta de los días pero estaba seguro que el chico era de por ahí cerca.

"Tal vez trabajar aquí no sea tan malo después de todo" pensó mirando a este de manera nada disimulada.

The Boy In The Flower Crown ➵ SellenWhere stories live. Discover now