Hug Me (LayHo)

Parte única

Cuando tú estás conmigo.

Es cuando yo digo.

Que valió la pena.

Todo, todo lo que yo he sufrido.

Junmyeon jamás podría olvidar los brazos cálidos de Yixing, rodear su cintura un día de invierno, cuando el mayor se encontraba destrozado con el corazón en la mano hecho pedazos. Junmyeon jamás olvidaría que Yixing reparo cada parte de él, que lo reparo de ser posible con pedazos de su corazón. Porque ellos eran uno solo, y cada día estaban más seguro de ello, porque no había mejor lugar que aquella cama que compartían, abrazados, compartiendo miradas y silencios llenos de amor. Cuando entrelazan sus manos, jurando que pronto aquel vacío de sus dedos sería llenado con una joya significativa para ambos, aunque cuando hablaban de ellos solían reír, reír de las ideas descabelladas que ocurrían por su mente. Tal vez 2 lindos gatitos, una casa a las afuera de la ciudad y solo ellos y su pequeña familia... Sí, hasta cierto punto ellos entendían cada silencio, risa y mirada.

No sé si es un sueño aún.

O es una realidad.

Pero cuando estoy contigo es cuando digo yo.

Que este amor que siento.

Es porque tu lo has merecido.

Decir que para encontrarse todo fue color de rosa, seria mentir. Ambos corazones estaban desgastados, agotados, temerosos, pero aún así el destino puso a cada uno en un mismo punto sintiéndose tan sudodichos de tener a alguien que tuviesen la certeza que no les haría daño. Porque no había mejor sentimiento que ese:

Amar y ser amado... Cada mañana al despertar ambos cuerpos se buscaban involuntariamente, como si tuviesen miedo de desaparecer. Porque para ellos no había peor miedo que el no tenerse, aunque la idea tal vez a exteriores les sonaba descabellada y sus amigos solían bromear de ello. Para ambos que sabían de sus heridas que curaron cada noche con besos y caricias en la piel del contrario sabían que era el un día despertarse y su mundo cambiar.

Y tal vez ellos no estén lejos de que les pase algo similar nuevamente...

Con decirte amor que otra vez he amanecido.

Llorando de felicidad.

A tu lado yo siento que estoy viviendo.

Nada nada es como ayer.

Junmyeon y Yixing recreaban momentos únicos cada día, la personalidad de Yixing tan contraria a Junmyeon hacia que el mayor se preocupara o muchas veces se riera por todas las situaciones que cada día se le presentaban. Y las más usuales y graciosas eran cuando combinaban ambos idiomas y las personas su alrededor no podían entenderlo. Sabiendo que Yixing muchas veces se avergonzara por ello.

Junmyeon solo reía y le daba ánimos al chino, contándoles historias más penosas que recordaba de un momento a otro. Al final ambos eran un desastre, que cada día sacaba a relucir diferentes momentos. Como:

Ohh... Yixing recuerdas cuando estábamos de cita en el parque y terminamos embarrados de tierra.

A lo que el chino contestaba con recuerdos más íntimos de ambos, llegando a la conclusión de que cada día y momento era único e inolvidable.

Abrázame que el tiempo pasa y el nunca perdona.

Ha hecho estragos en mi gente como en mi persona.

Abrázame que el tiempo es malo y muy cruel amigo.

Así como se conocieron en un abrazo, un día nubloso, un día nubloso como hoy es donde un papel definía los días que tenían juntos. Así como hubo abrazos que curaron, hoy ambos comparten un abrazo que destroza, esos que piensas que en cualquier momento que te separes del contrario te derrumbaras. Ambos abrieron nuevamente sus corazones al contrario, ambos nuevamente se dieron cuenta que el tiempo no iba a poder curar un vacío tan enorme como el que dejaría uno de ellos.