❝Who?❞ || GgukGi

"Who?";;#1🌾༄

Los gritos de Hoseok lograban escucharse fuertemente y retumbar tanto en las paredes, como en los oídos de Yoongi. Era la madrugada de un día lunes, y efectivamente Yoongi se encontraba discutiendo por décima vez en el día con Hoseok, quién últimamente se comportaba indiferente y distante con él.

Mientras que Hoseok le gritaba a Yoongi, este apretaba sus dientes intentando no llorar; los ojos de Yoongi estaban rojos, al igual que su nariz. Su cabello cubría parte de su rostro. Sus manos hechas puños dañaban la palma de su mano, hasta casi hacerlas sangrar.

—Yoongi vete... –dijo Hoseok arto.

Yoongi abrió los ojos, la madrugada era fría, y para colmo estaba lloviendo.

—¿Q-Qué? –preguntó preocupado, y como respuesta recibió una simple mirada de Hoseok llena de odio y desprecio.

Yoongi miró al suelo, presionó sus labios y luego miró a Hoseok con odio.

—Está bien.

Yoongi rendido suspiró y tomó su teléfono, para luego salir de la gran casa. Podía ver su respiración debido al frío que se sentía.
Limpió rápidamente sus lágrimas y embarcó un largo camino a casa mientras que se iba lamentando e insultando a sí mismo.

—Nunca más volveré a perdonarte Hoseok, estás jodido. –decía con odio.

Al llegar a casa, Yoongi suspiró profundo, intentando que la tranquilidad llegase, pero nada.

Su cuerpo estaba frío y mojado. Sus dedos estaban morados y sus mejillas rojas al igual que su nariz.

Cerró los ojos por unos momentos: intentando recordar los momentos en los que era feliz. Intentó sentir otra vez esas cosquillas en su estómago. Sus mejillas arder y no por llorar o tener frío. Quería recordar los momento que decía "te amo" Y le respondía con completa sinceridad "también yo"

Bienestar, era eso lo que quería sentir.

Pero en ningún momento lo logró, tal vez la felicidad no sea para Yoongi, quizá es un sentimiento que nunca logrará alcanzar y todos esos momentos que sintió "felicidad" eran pequeños ejemplos de algo que jamás sentiría.

Se quitó sus zapatos mojados, junto a su camisa de igual manera, y dejó estos dos en la entrada, para luego entrar al baño y tomarse una ducha, mientras que intentaba encontrar una respuesta a sus múltiples preguntas.

Pero ninguna respuesta se le venía a su mente, se sentía estúpido, ¿cómo no podía responder una simple pregunta?

¿Por qué no soy feliz?

Esas palabras retumnaban en su cabeza hasta más no poder, su cabeza dolía de tanto torturarla por no poder satisfacerlo, ahora estaba llorando por la impotencia que sentía.

Él no poder hacer nada, hacía que se sienta inútil, las únicas sensaciónes que sentía actualmente, eran impotencia y odio hacía sí mismo.

Sabía que cuando amanezca Hoseok le escribiría y le diría que lo siente, y como Yoongi era estúpido, lo perdonaba para luego ir a tener sexo a su casa y arreglar las cosas.

No era de vez en cuando, ya era habito el arreglar las cosas con sexo, pero Yoongi caía, una y otra y otra vez, y a pesar que Hoseok la cagaba siempre, Yoongi le perdonaba.

Si esto no es ser estúpido amigos, no sé qué es.

Yoongi también se quedaba porque le daba algo de lástima Hoseok, a él no le gustaba estar solo, y Yoongi hacía que Hoseok se sienta mejor... Según él.

Por fin salió de la ducha, para luego ir a si habitación y en el vestíbulo cambiarse.

Se vistió bien para sentirse feliz, el verse bonito lo hacía feliz, de alguna manera calmaba todos sus problemas y los dejaba en segundo plano, al menos por unas horas.

Verse bien hacía traer bienestar a Yoongi.

Un traje fue lo que se puso, junto a unos pantalones de vestir negros y unos zapatos de igual color.

La verdad es que le quedaba muy bien, todo encajaba perfecto, tanto con su cuerpo como con su rostro.

Yoongi en verdad era bonito.

Como hoy no había cenado, preparó una "cena" Rápida para luego comenzar a comer.

—2:35 AM Yoongi, algo tarde –se dijo a sí mismo para luego reír y enseriarse rápidamente.

Por fin terminó de cenar, limpió el único plato que había utilizado y luego fue al baño a lavar sus dientes.

Intentó evitar su reflejo en el espero, así que simplemente miró al lavamanos y con suma tranquilidad lavó sus dientes.

Luego se puso su pijama y por fin entró a la cama a dormir, este era el momento que más le gustaba del día, porque podía tener largos y maravillosos sueños, por lo menos ahí sí era feliz y nadie mandaba ante él.