│El paraíso │ ← º Cravity

→El inicio del fin←

Volví, y esta vez es con un fic de suspenso. Como mencioné en las notas de la descripción, este es posiblemente mi primer trabajo de este tipo y, la verdad mi beta reader lo aprobó. Así que... como salió mejor de lo que esperaba, decidí publicarlo. Ya desde hacía rato también quería escribir un fic de Cravity. Espero disfruten bastante de esta historia, es un poco trágica pero tanto como lo esperan. Sin nada más que agregar, ¡disfruten la lectura!

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"Al paraíso quería llegar, ya que, me lo pintaron como un lugar. Y de qué otra forma se consigue un lugar sino es yendo hasta él.

Pues, nadie me hubiese creído cuando finalmente conseguí el paraíso, cuando llegué a él. Y en efecto, era un él, pero no un lugar, sólo... él."

Con la mirada perdida en la espesura del bosque, siguió dando vuelta a esas palabras en su cabeza. El fragmento era parte de alguna fábula que había escuchado repetidas veces a lo largo de su niñez. Como toda leyenda, al pasar de boca en boca había cambiado mil veces de palabras y significados; sin embargo, si algo tenían en común todas las versiones era su raíz, el paraíso que en cuestión relataban hacía pensar que este rasgaba la perfección, un lugar mágico al que cualquiera desearía llegar.

Se acomodó sentado sobre la grama al atardecer, abrazado a sus piernas como si intentase resguardar de algo en especial.

Aunque hubiese escuchado la fábula centenares de veces nunca había dado con el final. Los que sabían y relataban la leyenda insistían que el final no era algo que se pudiera decir, sino vivir, por lo tanto, era un secreto que el conocedor debía guardar. Siendo tan inocente, en el pasado pensó que todo el que hablaba de la fábula habría experimentado en carne propia el paraíso, más tarde al crecer resolvió que no sería sino un truco. Que la susodicha carecía de un final con el pretexto de permitir que el oyente tuviese su propia interpretación. Y debió dejarle, soltarse del conjuro que un par de frases habían hecho para con él un manojo de ansiedad e incertidumbre. No obstante, por más que quiso olvidarse de ella, esta le persiguió.

En sueños pensaría en líneas específicas, soñaría con leerla entre las páginas de algún libro, siempre incompleto. Al estar sólo saltarían palabras clave de su versión preferida, la que solía contarle su padre. Y siempre volvería al comienzo, recordando, sintiendo la advertencia que encerraban las palabras por entre las cuales suponía se asomaría el final, si es que esta de verdad lo tuviera.

"Al paraíso llegarás y cegado quedarás por la oscuridad..."

Era de tarde, muy tarde de hecho, la noche aguardaba a sus espaldas mientras el sol seguía tocando su cara. El naranjo amarillento del cielo se diluía en la charca próxima a sus pies, los cuales estaban listos para marchar de regreso a su hogar, más, el resto de su cuerpo no parecía querer ceder a tal voluntad.

Suspiró al tiempo que sus pies descalzos se frotaban contra el colchoncito de hierbas, el rocío de la lluvia veraniega aún se percibía sobre estas, haciendo todo frío al tacto, y por consiguiente, el calor que empezaba a dejar la tierra y su cuerpo le hacían retorcerse de tanto en tanto en ligeros espasmos. Estaba acostumbrado a las noches cálidas, las noches frías, las noches silenciosas y otras ruidosas... las noches en el bosque siempre eran distintas, cada una con su propio color, aroma y sensación. Poseían todo menos una visión porque al desaparecer el sol a la franja lejana de la cordillera, la espesura del negro que contemplaba hacía rato, simplemente, devoraría las imágenes reduciendo lo conocido a una misma totalidad sin bordes, algo que ni por asomo sería fácil de explicar.