Hugo tenía 6 años, era un niño muy travieso le encantaba correr por la casa y no estaba quieto ni un momento. Tenía los ojos marrones y el pelo castaño claro su rasgo mas diferenciado eran una pecas que tenia en la cara que eran muy visibles ya que era de piel pálida. Siempre estaba castigado ya que siempre intentaba conseguir lo que quería pero y le daba igual el método para obtenerlo. Una mañana que hacia mucho calor Hugo estaba mas molesto de lo normal porque se quería ir a la piscina, pero sus padres estaban limpiando la casa. Para llamar la atención se orinó encima, en seguida hizo un pequeño charco en el comedor, sus padres se enfadaron mucho y lo castigaron de inmediato. Ellos siempre utilizaban la técnica castigar con algo parecido. Por ello como se había orinado sus padres decidieron colocare un pañal de los que le quedaban en su armario de cuando era mas pequeño. De inmediato Hugo se negó pero no le quedo otra opción porque ya sabia que resistirse era peor. Su madre lo coloco sobre la cama y le bajo los pantalones y calzoncillos, después abrió el pañal y lo coloco debajo del culo de Hugo, espolvoreo talco en su penecito y su cola, lo esparció con sus manos tocando toda la privacidad del niño y lo cerró. Acabo diciendo: "espero que sea la ultima vez que haces esto". La verdad que los pañales a Hugo aun le venían de maravilla. La madre se fue de la habitación y dejo a Hugo solo, se incorporo y se lo palpo unos instantes la verdad que tampoco estaba mal solo se le notaban un poco al caminar. Se fue directo a ver la televisión ya que no quería mas castigos y se puso su canal de dibujos favoritos, enseguida se lo olvido que tenía el pañal hasta que le entraron ganas de ir a el baño entonces decidió usarlo porque estaba viendo Tom y Jerry unos dibujos que le gustaban mucho. Primeo estaba un poco indeciso y echo unas cuantas gotas, pero poco a poco empezó a salir un pequeño chorro que acabo empapando todo el pañal, cuando termino estaba completamente empapado pero le dio igual y continuó viendo los dibujos.
Pasó todo el día mojado y cada vez que tenía ganas lo volvía a mojar, hasta que llegó a un punto que se salio por los lados mojando un poco los pantalones. Al darse cuenta de eso su pitito se paró aunque el no sabía que le había pasado pero notaba que algo le apretaba debajo de el pañal y le gustaba esa sensación, así fue como le empezaron a gustar. Su madre al darse cuenta se enfado mucho y lo castigo durante una semana a llevar pañal y recibir 15 azotes cada vez que lo mojara y no utilizara el baño.Hugo transcurró la semana entre mojadas de pañal y azotes, cambios de pañal donde primero era limpiado y luego nalgueado, aunque nunca se animó a hacer popo en sus pañales. Cuando mojaba su pañal su madre lo regañaba y lo llevaba a la cama que oficiaba de cambiador, allí lo recostaba y le quitaba el pañal. Limpiaba al muchacho con detalle con la idea de humillarlo pero Hugo lo disfrutaba; su madre le limpiaba el pene con lentitud y luego sus testículos, levantaba sus piernas y procedía con sus nalgas y trasero; terminaba allí y espolvoreaba talco que luego desparramaba con sus manos tocando el trasero y los genitales del chico para que se avergonzara. Muchas veces por ésto hugo tenía erecciónes que enfurecían mas a su madre aunque el no lo sabía, entonces las nalgadas en vez de ser 15 terminaban siendo 20 o más. Después de la limpieza su madre ponía de pié a Hugo al costado de la cama, se sentaba en ella y ponía al niño en su regazo y le daba las nalgadas correspondientes, pasado el castigo lo recostaba y le ponía el pañal.
Después de lo sucedido durante aquella semana su madre terminó con el castigo sin dar muchas explicaciónes.Hugo "se olvido" de los pañales. O eso es lo que quería hacer creer a su familia porque siempre quiso volverlos a utilizar, cada vez que iban a el supermercado se quedaba embobado mirándolos y pensando que algún día se atrevería a comprarlos.
La siguiente experiencia con los pañales fue cuando tuvo 10 años, estaba en 5ª de Primaria. Un día haciendo el pino (la vertical) en el recreo del colegio un compañero que iba corriendo se tropezó con su cabeza lo que le causó un fuerte golpe que le dejó en ese mismo instante bastante mareado. En seguida acudieron varios profesores y lo llevaron a la enfermería ,le pusieron una bolsa con hielo en la cabeza para calmar el hematoma que le salió. Hugo enseguida se encontró mejor, de un primer vistazo observo la habitación, nunca le había hecho falta entrar a la enfermería, pero observó en un armario con las puertas de cristal unos pañales que supuso que sería por si los niños pequeños sufrían algún accidente, quiso coger uno pero no pudo porque la enfermera estaba a su lado, pero tenía un plan.
Al día siguiente bajando por las escaleras hacia el patio simulo trompearse con una cáscara de plátano aunque el golpe que se llevó fue real, de inmediato unos compañeros lo acompañaron hacia la enfermería y le contaron todo lo que paso a la enfermera. Ella dijo: "Parece que le has cogido cariño a este sitio". Hugo fingió que le dolía mas de lo que en realidad era , la enfermera le colocó una pomada en la espalda y fue a llamar a su madre para que lo recogiera. En ese momento Hugo aprovechó para coger un pañal del armario y lo guardo debajo de sus pantalones.
Cuando volvió la enfermera le dio la mala noticia de que su madre no contestaba a el teléfono (cosa que el ya sabía puesto que estaba trabajando) enseguida se puso de pie de un salto y dijo: "Creo que esa pomada es milagrosa pues ya no me duele nada". Antes de que la enfermera pudiera pronunciar una palabra Hugo ya estaba fuera dirigiéndose al baño dispuesto a colocárselo.
Cuándo llegó al baño se metió en un cubículo y cerró la puerta con pestillo, se denudó en un momento y dejó al aire un pene mediano y erecto con sus testículos sin nada de vello. Bajó la taza del váter y colocó el pañal encima, se sentó y lo cerro todo lo fuerte que pudo para notarlo mas. Ya casi se había acabado el recreo así que volvió a clase con el pañal puesto, como ese día tenía educación física llevaba joggins y no se le notaba casi nada excepto porque le salía un poco por delante, lo suficiente para que si alguien lo viera pusiera enseguida que era un pañal. Pero lo tapaba con su camiseta.
Durante las siguientes clases no presto atención puesto que estaba mas atento al pañal, disfrutando de sentir esa textura en esa zona tan sensible. La profesora al darse cuenta que no estaba prestando atención a la clase le pegó un grito el cual asustó a Hugo y mojo un poco el pañal, fue muy poco por fortuna y nadie se dio cuenta, el quería mojarlo completamente como la última vez pero le entro miedo a que lo descubrieran sus compañeros y se empezaran a reír de el, por ello no lo mojo mas aunque si se había llenado un poco lo suficiente para que solo lo notara el.
Su madre fue a recogerle en coche, le pregunto que como estaba de la espalda que había escuchado el mensaje de la enfermera pero que no pudo ir por el, respondió que ya estaba bien. Sabía que la madre enseguida lo llevaría al medico si le decía algo y el no quería ir y menos con pañal. Cuando se subió a el coche, al ser un sitio cerrado empezó a oler a meado, para que no se enterara su madre simuló que tenía calor y abrió la ventanilla.
Hugo empezó a frecuentar mas la enfermería simulando caídas y mareos de vez en cuando para así poder utilizar pañales, aveces si no lo mojaba nada se lo dejaba toda la tarde hasta que ya en su cuarto tranquilo lo mojaba entero. De esa manera Hugo usaba pañales de vez en cuando, pero no le duró toda la vida.
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Hugo y sus travesuras
Short StoryPequeña historia de un muchacho, los pañales, y una madre que lo acepta.