Capitulo II : Maldito Idiota

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Luego del almuerzo el director del campamento, Augustus Briel, no hizo pasar a un salón y sentarnos en el suelo frente a un escenario de madera para dar un discurso de bienvenida y explicar en que consistirían nuestra ultimas dos semanas de vacaciones. Para mi desgracia, las cabañas estarían bloqueadas todo el día menos por una hora después  del almuerzo en la que podríamos descansar. Las horas que estuviesemos fuera tendríamos actividades libres. Podían ser remar, nadar en el lago, jugar fútbol, básquetbol, tenis, ir al estudio musical, etc.

Cuando terminó el discurso Jess, Mia, Susanne y yo nos dirigimos al campo de fútbol y nos sentamos en el pasto fuera del área en que los chicos jugaban para poder "apreciar las vistas", según decían Mia y Susanne. Cuando mire al campo, estaba el chico con quien choqué en el comedor, quién corría tras la pelota y reía.

-Susanne,¿te puedo preguntar algo? – pregunté sabiendo que me iba a arrepentir de esto, pero ya estaba hecho.

- Claro, lo que quieras – dejo de mirar al campo, para darme toda su atención.

- ¿Quien es el? – sentí como me sonrojaba mientras le preguntaba y ella siguió la dirección de mi mirada.Por la cara que puso, no debía ser nada bueno.

- Es Jamie Fallon. Créeme, no pierdas tu tiempo Isi, es un idiota, lo único que podrás sacar de una relación de verano con el es un corazón partido y muchas cajas de pañuelos vacías. Jamie viene hace años y las chicas con que ha estado no han vuelto a aparecer.

- No pretendía perder mi tiempo, no te preocupes – lo que me dijo Susanne bajó mis expectativas, pero no dejaría que un rompecorazones de campamento se salga con la suya - Vine a pasarla bien y no a perder mi tiempo con idiotas.

Cuando volví mi cabeza para mirar al campo me percaté de la pelota que volaba directamente hacia mi cara, pero no pude reaccionar y la pelota se estampó contra mi cara con un fuerte golpe. Lo último que ví fue a Jamie riéndose de mi y como sus amigos le chocaban cincos por su fantástica puntería.

Susanne tenia razón,era un idiota.

Cuando desperté, vi un techo de tablas de madera, hasta que Susanne, Mia y Jess se pusieron frente a mi con caras de alivio y preocupación al mismo tiempo.

-Al fin despertaste – dijo Jess abrazándome y poniendo un mechón de pelo tras mi oreja.

- Ese idiota las va a pagar – dijo Susanne con una sonrisa maliciosa en el rostro y Mia asintió.

-Esta bien – dije recibiendo la pastillita blanca y el vaso de agua que Jess me tendía – no necesito vengarme.

- Como desees – habló Mia – pero si no te vengas seguirá molestándote, así es él.

- No lo creo.Mientras menos atención atención le preste,antes se aburrirá – me levanté al baño de la cabaña para lavarme la cara. Tenía una pinta horrible.

- El no es del tipo "Oh no me dijo nada, no vale la pena seguir" - dijo Susanne haciendao las comillas con los dedos indice y corazón y haciendo una ridícula voz masculina.

- Si hace algo denuevo le llegará un puño en sus labios perfectamente perfilados y le romperé los dientes – dije, a lo que Jess, Mia y Susanne rieron.

  Esta noche era la fogata de bievenida, una tradición que existe desde que abrió el campamento donde podíamos conocer a las personas de los otros grupos, comer malvaviscos junto al fuego cubiertos con mantas y cantar canciones viejas con guitarras.

En cuanto llgeamos Mia y Susanne nos presentaron a sus amigas y amigos, que parecían muy simpáticos

Annie y Erica Maine eran las gemelas más parecidas que había conocido en toda mi vida. Tenían los mismos ojos negros y el mismo pelo del color de una zanahoria. Derek era el único chico que conocían que fue este verano y nos recibió con una sonrisa cálida y un vasito de chocolate caliente.

Hola – me dijo Derek sonriente, lo que hizo sus ojos azules brillaran, mientras yo me abrazaba las piernas y tapaba hasta la nariz con una manta roja y azul  para no morir de hipotermia - ¿Tienes frío?

¿No se nota? – pregunté con un castañeo de dientes que hacía que apenas se entendiera cada palabra y el rió por lo bajo sentándose a mi lado.

Apenas lo vi quitarse su chaqueta y ponermela sobre los hombros – Gracias, enserio – La chaqueta estaba tibia por el calor se su cuerpo,pero mi castañeo de dientes no cesaba.Rodeó mis hombros con su brazo y me atrajo hacía el, lo que agradecí apoyando mi cabeza en su hombro.

-¿Porque Jamie Fallon esta mirandome como si quisiera matarme con un cuchillo súper afilado? – me incliné un poco para mirar y era cierto, Jamie estaba mirando a Derek con cara de asesino en serie.

-Déjalo, es un maldito idiota – volví a apoyar mi cabeza en su hombro y en algún momento mis ojos se cerraron.

Me desperté cuando sentí que alguien me dejaba en mi cama. Era Derek, probablemente me había dormido en su hombro y había tenido la decencia de traerme hasta aquí y no dejarme tirada en la arena junto a las brasas.

-Gracias – le dije aún medio dormida con una sonrisa, tratando de quitarme su chaqueta para devolvérsela

-No, quédatela.Ya me la devolveras mañana – me dió un rapido beso en la mejilla y caminó a la puerta con cuidado de no hacer mucho ruido – Descansa Isi, buenas noches.

Eso fue lo ultimo que escuche antes de caer en un profundo sueño.

¿Para Siempre? [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora