CAPITULO 2
No nos dio tiempo a hablar entre nosotros porque delante nuestro apareció una chica de unos 30 años con los mismos papeles y cascos que el chico que me había venido a buscar.
- Nos vamos a ir hasta el autocar – dijo mirando el papel – os voy a acompañar hasta él y cuando lleguéis a la casa las cámaras ya estarán grabando – hizo una peña pausa para girar por otro pasillo – las cámaras empiezan a grabar las 9 de la mañana y se apagan a las 11 de la noche – casi estábamos en la calle porque se empezaba a escuchar el sonido de coches y de personas hablando – la comida y la cena os la traerán de fuera y para lo demás tenéis una cocina con comida, si algo se acaba lo apuntáis en una lista y el domingo traerán todo lo que haga falta.
>> - Tenéis un teléfono por si alguno se pone malo o le pasa algo avisar a los directivos y ellos tomarán medidas – estábamos parados enfrente del autocar y fue cuando por primera vez levantó la mirada de los papeles - ¿Tenéis alguna duda? – todos, incluyéndome, negamos con la cabeza – ahora si os podéis ir chicos.
Dicho esto todos subimos al autocar y nos sentamos, yo me senté en la parte de atrás, al lado de la ventana para mirar el camino.
Seguíamos en el autocar, había pasado una hora más o menos y ya se habían creado algunos grupitos, yo no había hablado con nadie todavía pero la verdad es que no estaba muy preocupada, ya tendría tiempo de hablar con todos cuando llegásemos a la villa
Vi como Zoe y Nora se levantaron de sus asientos y se acercaron hasta donde yo estaba.
- Hola - me dijo Zoe sentándose en el asiento de al lado.
- Ella es Zoe y yo soy Nora – habló Nora, ella estaba en los asientos que estaban delante de los nuestros de rodillas mirándonos a nosotras.
- Ariel – dije dándoles una sonrisa.
Estuvimos hablando un rato de nuestras aficiones y hobbies y descubrí que tenía bastantes cosas en común con ellas, creo que con el tiempo seremos grandes amigas.
Media hora después de estar hablando llegamos a la villa, la entrada tenía una fuente en el medio y esta estaba rodeada de césped, era una casa muy grande, demasiado para 12 personas pero no iba a poner pegas. Cuando el autocar paró por completo bajamos todos, unos más entusiasmados que otros, yo me incluía en el primer grupo, esto es algo único y especial y espero exprimir al máximo la experiencia.
Nora y Zoe se pusieron a mis costados y juntas andamos hasta la puerta, estaba abierta porque creo que Luca y Adam habían entrado primero. AL entrar lo primero que nos encontramos fue un recibidor con unas escaleras muy grandes que daban al piso de arriba, era todo de un color muy claro pero sin llegar a parecer un hospital.
Las maletas estaban en nuestras habitaciones, eran individuales y según tenía entendido habían sido asignadas aleatoriamente. Las tres juntas fuimos hacía la sala de estar que era donde estaban casi todos sentados en el gran sofá para que todos entrásemos. Solo faltaban Ava, Luca, Maya, Olivia y Adam. Los chicos estaban hablando entre ellos pero se callaron de repente cuando vieron que nos estamos acercando a ellos. Se levantaron del sofá y nos dimos dos besos entre nosotros.
Después de las presentaciones nos sentamos en el sillón y en el suelo para vernos entre todos mejor las caras, yo estaba sentada en el suelo con Alex y Levi.
- ¿Porque no miramos la casa? – pregunté, mirándolos a todos, intentando que me dieran una respuesta positiva. Todos accedieron así que nos pusimos de pie y empezamos a andar.
Lo primero que vimos fue el comedor que estaba conectado con la cocina, el comedor tenía la mesa y las sillas a juego, eran de madera clara y en el suelo había una alfombra que combinaba muy bien con el resto de decoración.
Al llegar a la cocina Levi fue directo al frigorífico y lo abrió, había de todo, desde refrescos, yogures o fruta.
- ¿Creéis que me reñirán si cojo algo? – preguntó Levi de forma inocente.
- Nadie te va a ver – respondió Nora – y nosotros no diremos nada.
El cogió una manzana y volvió a cerrar el frigorífico, seguimos nuestro recorrido y descubrimos la sala de juegos, la piscina y la sala de masajes, la piscina interior, la sala de fiestas. No subimos a la parte de arriba porque todos pensábamos que las habitaciones eran iguales para todos.
Nos dirigimos a la última habitación que nos quedaba por ver, esta vez fue Owen quien abrió la puerta y en cuanto vi lo que había dentro corrí hasta el inmenso sofá que había.
- ¡Ahh! – chillé – gracias dioses por hacerme la persona más feliz del mundo – me puse a saltar en el sofá de lo emocionaba que estaba. Miré a los chicos y todos seguían quietos en la puerta, de pronto, todos se empezaron a reír.
- Pero que te pasa loca – se rio Zoe, entrando a la habitación seguida de los demás.
- Podemos ver una peli – pedí, juntando las manos y poniendo ojitos de cachorrito.
- Yo a esa carita no le puedo negar nada – respondió Owen.
- Necesito dormir, sino mañana seré un zombi – dijo Zoe, todos dijeron algo parecido y los únicos que nos quedamos a ver la película fuimos Owen y yo.
- Ve a por palomitas mientras yo busco una peli – dijo Owen, era la condición que me "había puesto" por haber sido el único en quedarse conmigo.
- Vale – dije, alargando la e. No le dije nada, en el poco rato que habíamos pasado me había caído muy bien.
Cuando volvía a la sala de cine Owen tenía la película pausada, estaba recostado en el espaldar del sofá y tenía una manta encima de él. Al verme palmeo el hueco que había a su lado. Con cuidado de no tirar las palomitas al suelo me senté a su lado y él puso la manta sobre mi regazo para compartirla.
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Finding You
JugendliteraturBienvenidos a la primera edición de Finding You, el concurso en el que completos desconocidos encontrarán el amor. Serán encerrados en una villa por un año, año que tendrán que pasar haciendo distintas pruebas para intentar quedarse el mayor tiempo...