One-Shot

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Set: este fanfic tomará lugar después del manga 213, dando por hecho que llegó fin de curso y todo el verano transcurrió sin ataques de la Liga de Villanos. También se asume que Shinso es transferido al Curso de Héroes 1-A de UA sin que se saque del mismo a ninguno de los personajes conocidos.

Disclaimer: ni Boku no Hero Academia ni ninguno de sus personajes me pertenecen.

Era un día cualquiera, justo mientras desayunaba, que se me ocurrió, entre un montón de suposiciones sobre los Quirks de los demás... Porque, sí, la mañana del inicio del segundo año en U. A., después de un verano sin acontecimientos mayores, lo cual empezaba a hacerme creer que el inicio de clases sería peligroso, se me ocurrió esto.

"¿Qué tal si su Quirk no es lo que creímos que era?"

Salí corriendo de la mesa de la cocina, asustando a mamá con mi movimiento repentino. Necesitaba anotar esto antes de que se empezaran a borrar de mi cabeza los detalles. Tras dejarlo segura y detalladamente en mi cuaderno lleno de notas sobre las habilidades de todos los héroes que conocía y regresar a la cocina, entendí por qué había asustado a mamá. Sin darme cuenta, al irme tan ansioso de anotar todo, había activado mi Full Cowl.

Al menos, para eso el verano tranquilo había venido bien. Había podido pelear con Kacchan durante horas varias veces a la semana todo el verano. Gracias a él -aunque él no querría que lo comentara-, había podido elevar la resistencia de mi cuerpo y podía manejar adecuadamente el 30% de One for All. A Kacchan, hacia el final del verano, había empezado a costarle demasiado mantener mi ritmo y, enfurecido por ello, se había vuelto mucho más violento a la hora de entrenar, justificándolo con que "si ya podía hacer tanto uso del Quirk pasado a mí, entonces él empezaría a dejar de contenerse y a darme una verdadera paliza".

La verdad es que ambos nos fortalecimos mucho. Al comenzar el verano, Bakugo Katsuki resistía detonar aproximadamente cuarenta explosiones, mientras que, ahora, podía pasar de las cincuenta y cinco antes de empezar a sentir entumecimiento.

"Lo siento, mamá." me disculpé mientras levantaba la silla y ordenaba el desastre que había, el cual, afortunadamente, no incluía nada roto, "Lo limpiaré antes de partir."

Miré hacia mi valija al lado de la puerta del pequeño departamento. La había estado desarmando y rehaciendo varias veces estos últimos días, decidiendo que no necesitaría tal cosa o sí tal otra que llevaba extra.

"No te preocupes, Izuku." me dijo con una sonrisa de las suyas, "Puedo hacerlo yo, vas a llegar tarde si lo..." una brisa le acarició el rostro, de ida y de vuelta, "... haces. Vaya." me espetó, "Sólo quería hacer algo por ti para variar." se quejó en todo divertido.

"Parece que pensamos lo mismo." respondí tomando mi mochila y tomando el pomo de la puerta, "Bueno, debo partir. Adiós, ¡te extrañaré!"

"Yo también, Izuku." la escuché decir, y abrí la puerta antes de echar a trotar para tener un breve ejercicio matutino, "Yo también..."

Finalmente alcancé la puerta de entrada de U.A. y me detuve, respirando hondo unas pocas veces para regular mi respiración antes de caminar hacia dentro del campus. Excepto por todos los demás estudiantes, que, como yo, iban entrando a los terrenos de la universidad, todo estaba igual.

"¡Midoriya!", me gritó alguien, y reconocí la voz de Shinso, "¿Cómo te trató el verano?"

"Oh, muy bien, gra...", y caí de nuevo.

El muchacho de cabellos violáceos suspiró pesadamente delante de mi cara.

"¿Cuántas veces más vas a caer así?" preguntó tras liberar su control sobre mí.

La última entrada de mi diarioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora