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Una semana.

-Kim NamJoon.

Le miraba fijamente, sentado en la mesa de centro que se encontraba frente al sofá.

-Park JiMin, hyung.

-Me gustas, ¿Sabes?

Sonrió.

-¡Ah! ¡Callese! - Tapó su rostro con un cojín, el cual beso JiMin más o menos a la altura en la que se encontrarían sus labios.

Río suavemente.

-Sé que te gusto, digo, ¿Que te gusto? Tu madre dice que no dejas de hablar de mi, Kim NamJoon, o debería decir, ¿Park NamJoon?

NamJoon bajó el objeto y palideció, sus ojos sé abrieron a su tope y tapó su cara con sus manos antes de gritar a todo pulmón.

-¡MAMA! ¡SE SUPONÍA QUE EGA UN SECRETO! ¡NO TOMARÉ EL TÉ CON USTED, HOY!

NamJoon corría, con su rostro completamente rojo, en dirección al baño en una forma de escapar de la mirada de su hyung.

Un «Lo siento» sé escuchó desde la cocina y JiMin no podía dejar de reír.

Su chico era muy lindo.

𝗡𝗼𝘁𝗲𝘀Donde viven las historias. Descúbrelo ahora