Caprichos Escolares (KillerRich)

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Prosiguió en su acto, volviendo a atacar su cuello con varias intenciones de marcarlo, al mismo tiempo seguía acariciando el torso del menor, sintiendo su respiración agitada cerca de su oído.

Jamás pensó que llegarían a tal situación en tan poco tiempo. Bueno, cabe destacar que ambos seguían siendo unos simples adolecente caprichosos, y que sus hormonas estaban "terminando de florecer", pero no terminaba el hecho de que para apenas tres meses era muy pronto.

Rich solo se deleitaba , aun meciendo sus caderas encima de la entrepierna de su novio, consiguiendo un empujón de excitación en ambos cuerpos. Sintió como el mayor comenzaba a morder su cuello de manera paciente, sin prisa alguna. El sonido a saliva era lo único que ambos eran capaces de escuchar, causando que el momento ya fuera mucho más comprometedor.

Seguía en las nubes, sin pensar seriamente lo que iban a hacer. Killer ya estaba a punto de quitarle la camisa al azabache, pero justo, unos segundos después de empezar a hacer esa acción, ambos fueron capaces de oír como la puerta del departamento se abría, causando que ambos se separaran con un semblante neutro.

- ¿Chicos?

Ambos alcanzaron a escuchar esas palabras desde la habitación. Claro, se habían olvidado completamente de que el menor no vivía solo.

- Es mi hermano... - No se le veía nervioso ni mucho menos, solo estaba tranquilo, pues tampoco podía comportarse como si eso fuera una típica escena de película en donde los atrapan en medio del acto.

- Creo que sí - El peli-gris solo quitó sus manos del delgado cuerpo de su novio para pasar a posarlas en su cadera y así hacer que el otro se cayera. Claro, tenía en cuenta de que solo Antonio sabía de su relación, así que también era el único que podía verlos besarse con su hermano menor sin problemilla, pues como él siempre decía, "ya me he acostumbrado" - ¿No crees que estamos yendo muy rápido?

- Yo también lo creo, aunque siento que estoy contigo desde hace meses - Rió un poquito por su propio comentario mientras con su mano quitaba un poco de la saliva que aún tenía esparcida por su piel - ¿Me dejaste una marca?

- No, tranquilo. No creo que nadie la note - Dijo de una manera cansada.

Su relación era de lo más bonita y tierna, pero como toda relación "abierta y diferente", debían tener ciertas condiciones, y una de ellas era simple pero al mismo tiempo fastidiosa; No mostrar o decirle a NADIE. ¿Por qué? Primero que todo, Rich, al ser el personero de su escuela, tenía que dar una buena impresión, más que todo a los pequeños y a los padres. Además, él no sabía si ahí había cualquier homofóbico que le bajara el ánimo tanto a Killer como a él.

En principio el mayor de los dos lo aceptó. Era solo fingir que no pasaba nada entre ellos dos enfrente de alguien, simple. Claro, eso fue al principio, pero ya después de unos meses, ocultarlo a su familia y amigos cercanos, era algo que lo mataba por dentro. ¿Acaso no tenía la suficiente confianza como para gritarle a todo el mundo? Su novio tenía razones, eso estaba claro, pero quedaba ese hilo de desconfianza, porque si realmente lo amara (aunque fuera demasiado pronto) entonces no le importaría lo que los demás dijeran.

Rich, al ver que Killer se encontraba en su cabeza, decidió besarlo de nuevo para que dejara de pensar, algo que consiguió al sentir como este volvía a jugar con los bordes de su camisa. Fue eso, hasta que ambos lograron escuchar como su hermano intentaba abrir la puerta de su cuarto. Que bueno que al final le pusieron pestillo.

-Si vais a tener vuestro momento caliente, espero que no sea aquí y ahora, porque yo no voy a lavar esas sabanas cuando estén sucias.

Al principio pararon sus acciones y se quedaron atentos mirando hacia la puerta que estaba cerrada, escuchando como unos pasos se alejaban de ella. En un momento se quedaron serios y un poco apenados, pero luego un pequeño pensamiento chistoso se metió en su mente, logrando llenar esa habitación de dos risitas nerviosas.