Un amor extraño/ Tobecca

Capitulo 13/ La casa del bosque

Narra desde el punto de vista de la escritora

Tobe, junto con Ching, Garu y Abyo, que llegó un poco después, corrían por el bosque, en dirección a la vieja casa abandonada. Está se encontraba en el centro del bosque de bambú, una vieja mansión echa de materiales fuertes, que había sido abandonada por una familia rica que se mudó al centro del país.

Tobe, junto con todo los demás, llegaron a la mansión. Se pararon y miraron para todos lados, hasta que...

-Chicos... Shhh... Oigo algo- Dijo Garu, pero de repente, un pequeño hueco junto a su pierna derecha se abrió y una mano lo jalo para dentro, haciéndolo desaparecer en el instante, mientras el gritaba pidiendo ayuda.

Los otros tres miraron con espanto junto con sorpresa la situación y comenzaron a correr hacía las escaleras que daban a la puerta de entrada.

-¡Genial! Uno menos...- Dijo Abyo bufando y respirando acelerado por la anterior corrida.

-Demonios, parece que quieren jugar con nosotros Tobe...- Dijo Ching mirando para todos lados, en busca de más trampas.

-Así es, pero no lograrán nada... Vamos a rescatar a mí Pucca.- Dijo Tobe con confianza, acercándose a la puerta y empujando está, que estaba entreabierta.

Al abrirla, logro ver la casa con algo de detenimiento. Deteriorada y sucia, pero grande, bastante grande...

Tobe se comenzó a adentrar a la sala de la mansión, Abyo y Ching lo siguieron, todos con la espada en mano.

Cuando los tres al fin estuvieron adentro y alejados un poco de la puerta, está se cerró con fuerza, lo que hizo que Abyo de un pequeño salto del susto.

-Tranquilo Abyo, fue solo el viento- Le dijo Ching risueña. Abyo la miro con enojo y le hizo una señal de burla.

Ching soltó una pequeña risa y miro a Tobe, que estaba serio.

-Tobe, ¿Ocurre algo?- Pregunto Ching con preocupación.

-Si... Siento que nos están observando, ¿También lo sientes?-

-Si... Así es lo siento-

-Yo también tengo esa sensación...- Dijo Abyo concordando con los otros dos.

De repente, salió de entre una de las tablas de la pared, un ninja. Un ninja vestido enteramente de negro, junto con una máscara que ocultaba su rostro y dejaba ver solo sus ojos. Unos ojos profundos y negros.

Tobe tuvo la sensación de que ya había visto esos ojos antes, ojos que cuando lo vieron, lo penetraron con algo que se podría distinguir como furia y odio.

Tobe dió un paso para atrás, el ninja desenvaino su espada, y se lanzó a ellos.

Ching se colocó adelante de Tobe y paró el ataque con su espada, comenzando una lucha con el ninja. El cuál dio un salto hacia atrás y desenvaino otra espada y la apunto a ellos.

Abyo se colocó al lado de Ching, protegiendo a Tobe junto con ella. El ninja los atacó y comenzó a luchar contra ellos, intentando sacarlos del camino. Al parecer, su objetivo era Tobe. El ninja lucho un poco más con ellos y los saco del medio, quedando enfrente de Tobe. Cara a cara.

El ninja comenzó a dar ataques contra Tobe, el cuál los detenía duramente. De repente, Ching volvió a enfrentarse contra aquel ninja.

El ninja, ya bastante lastimado, los miro con odio, fulminó otra vez con la mirada a Tobe y salió por la ventana. Tobe, Abyo y Ching, siguieron su camino.

Estaban en una sala con muchas puertas, hasta que se escucha un ruido. Tobe iba bien adelante junto con Ching y Abyo iba más atrás, cubriendo sus espaldas.

Tobe y Ching lo miraron.

-¿Que?- Dijo el, de repente, la puerta que está a su lado se abre, jalandolo para adentro y haciéndolo desaparecer.

Ching y Tobe comenzaron a correr otra vez, saliendo de esa zona. Hasta que llegaron a una especie de recámara, dónde encontraron una puerta entreabierta. Entraron.

Esa recámara estaba muy oscura, tan oscura que no se llegaban a ver entre ellos. Hasta que vio una luz, Tobe salió de allí y se giro para ver a Ching, quien simplemente había desaparecido, como todos los demás.

Tobe siguió su camino saliendo rápido de esa habitación y bajando por unas escaleras hasta que la vió.

Ahí estaba Pucca, su Pucca. Amarrada de pies y manos y con lágrimas en sus ojos.

-T-Tobe- Fue el único sonido que salió de su boca cuando lo vio. La imagen heló a Tobe.

Una Pucca con una piel tan blanca, con ojeras y algunas marcas en sus tobillos y muñecas, con su pelo suelto y todo revuelto. Tobe odio esa imagen.

-Tobe...- Dijo una voz femenina que al parecer venía de las sombras.

-Que gusto verte mí querido Tobe, bienvenido, a la casa del bosque.-

*/ ¡Holis! No me odien por no actualizar, es que no estaba muy inspirada que digamos... Pero, aquí está! Y siempre con ese toque de suspenso que adoro jsjsj, nos vemos mis queridos y gracias por leer!/*