First Time • Yuyeon | Soqi •

XVI

"¿Hola?"

El corazón de Yuqi late con fuerza, pero esta vez es por ansiedad.  Ella se levanta con cuidado fuera del agua.  El aire frío hace que se le ponga la piel de gallina en los brazos desnudos.

No puede escuchar la conversación que ocurre a unos metros de ella, ya que su mente todavía está nublada por el beso, y el latido nervioso de su corazón es lo único que resuena en sus oídos.

No puede evitar sentir que de alguna manera ha cometido un gran error.

"Me llamaron mis padres", la voz de Soyeon saca a Yuqi de sus pensamientos.  Ella mira a la chica, pero al igual que el tono de su voz, sus rasgos son ilegibles.  "Vienen aquí temprano en la mañana".

Yuqi abre la boca, pero luego la cierra por falta de pensamientos coherentes.  La chica frente a ella no se parecía en nada a la de hace unos minutos: su cuerpo estaba rígido, con sus manos apretadas en puños.  Pero lo peor era que sus ojos estaban fríos, la calidez de antes se desvaneció por completo.  Yuqi siente que su corazón comienza a hundirse.

"Soyeon-"

"Creo que deberías ir."

Yuqi hace una pausa.  Mira fijamente a la chica, que camina por la habitación, recogiendo el resto de su ropa.  Puede sentir que le arden los ojos.  ¿Por qué Soyeon estaba actuando como si nada hubiera pasado?

"Tengo que limpiar, y de todos modos se está haciendo tarde", dice Soyeon.  Yuqi se ríe secamente, a pesar de que su pecho se contrae dolorosamente ante las palabras.

Todo estaba impecable cuando había atravesado la casa antes.

"Está bien", exhala Yuqi.  Parpadeando para quitarse las lágrimas, se pone los calcetines a pesar de que su piel todavía está húmeda por el agua, agarra su bolso y comienza a caminar rápidamente hacia la puerta principal.  No quiere que Soyeon vea lo afectada que estaba, ya que a la otra chica no parece importarle en absoluto.

"¡Espera!"

Yuqi se detiene de inmediato y gira su cabeza hacia Soyeon.  La esperanza comienza a burbujear por sus venas automáticamente.

Quizás ella no había estado leyendo las señales completamente mal.

"Toma esto. Está empezando a hacer frío afuera", dice Soyeon, bajando el tono.

Oh.

Yuqi mira a la chica, cuyos ojos están fijos en la sudadera con capucha en sus manos.  Dudando, Yuqi se inclina hacia adelante y roza la suave tela.

"Gracias", susurra Yuqi, tomando la sudadera de Soyeon.  No tiene el coraje de ver la expresión de su rostro, asustada de que pueda ser de disgusto, arrepentimiento o algo más que pueda arrancarle el corazón del pecho.

Después de correr hacia la puerta principal, Yuqi se calza las zapatillas con manos temblorosas, secándose apresuradamente las lágrimas que comenzaron a caer tan pronto como se dio la vuelta.  El sabor salado de las gotas escapadas quema en sus labios aún hormigueantes.

El aire fresco le muerde la piel tan pronto como cierra la puerta.  Deteniéndose para respirar profundamente, Yuqi se vuelve para mirar la casa por última vez;  pararse frente a la imponente casa la hace sentir impotente.

Poniéndose la sudadera con capucha sobre su cuerpo helado, puede oler el leve aroma del perfume de Soyeon.  No puede descifrar si eso la consuela o hace que las lágrimas caigan cada vez más rápido.

Y tal vez sea ingenuamente una romántica desesperada, o por alguna razón retorcida simplemente disfruta la sensación de ser decepcionada y con el corazón roto, pero la pequeña astilla de esperanza la hace quedarse quieta por un minuto.

Pero el silencio que la rodea es ensordecedor.

Yuqi agarra su bicicleta apoyada contra la pared y se va sin mirar atrás.

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