Serás mía sin importar que... Serás mía por el resto de tu vida... No tendrás escapatoria...
Kim taehyung un chico de tan solo 20 años de edad, es uno de los mejores mafiosos que haya en Corea del sur
Jung t/n una niña de solo 17 años, la cual sufr...
Desperté gracias a las gotas que chocaban con la ventana, dejando ruidos molestosos en mis oídos desde lo lejos, abrí los ojos lentamente acostumbrándome a la poca luz, mire la ventana en esta caían gotas dejándo pequeñas cascaditas
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Intente moverme pero los dolores en todo mi cuerpo no me dejaban hacerlo, mire mis brazos estos estaban con curitas por todas partes, mis piernas estaban igual estaba dañada por todas partes
Los movimientos que hacía me dolían gracias a las cortadas, intente moverme un poco mas fallando en el intento, deje salir una queja de dolor cuando la herida mas profunda de la pierna punzaba de dolor
Tae: oh bonita estar despierta
Su voz gruesa hizo que los bellitos de mi cuerpo se herisaran, provocando que un escalofrío pasara por todo mi cuerpo sintiendo el miedo, mi corazón no dejaba de bombear
Tae: bonita no dirás algo? -suavemente me volteo-
Tu: por favor señor Kim, no me lastime -voz temblorosa-
Tae: sh sh sh pequeña el señor Kim no esta disponible ahora, en estos momentos estoy yo preciosa, sabes siempre te quise ver mejor de mi Angulo, ahora que te tengo enfrente de mi te ces mas hermosa -sonríe-
Tu: s-señor Kim que es l-lo que le sucede? -nerviosa-
Tae: preciosa ese miedo en tus ojos me prende -mordió su labio inferior-
Unos toques en la puerta interrumpió las palabras que hiba a decir, el señor Kim se paro a abrir la puerta, intercambió una que otra palabra y salió cerrando la puerta, la puerta volvio a ser abierta
Jin: pequeña -se acerco a mi lado- dios que te hizo
Sus brazos pasaron abajo de mi alzando mi torso abrazándolo cuidadosamente de no lastimarme
Tu: o-omma -mis lágrimas bajaron empapando mis mejillas-
Jin: sh sh sh pequeña no hables -dejo un beso en mi cabeza-
Sentir sus brazos cálidos rodearme, hacia que mis lágrimas salieran como cascadas, mi corazón dolía y sollozos no dejaban de salir de mis labios
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