El corazón es lo que importa.

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~No quirks~

Se encontraba Bakugou Katsuki sentado en el sillón de su sala mensajeando con su novio.

Vestía un poleron rosado y unos  pantalones ajustados.

Ellos llevaban tiempo saliendo pero cada día que pasaba Katsuki se sentía inseguro pues no le había contado de su pequeño secreto a su pareja y él no era muy fan de mantener secretos con la persona que ama y comparte su vida pero no estaba seguro de cómo iba a ser su reacción.

En eso iba Mitsuki entrando a la sala.

Vió a su único hijo algo decaído y triste así que decidió preparar un poco de té pues a ellos dos les gustaba compartir un tiempo de calidad juntos tomando una buena taza.

Cuando la bebida estaba lista la sirvió en la taza favorita de su hijo y se sirvió a ella misma en otra taza, las acomodó en una bandeja, puso el azucarero y dos cucharitas cafeteras.

-Hijo, ¿quieres un poco de té?- ella sabía que él poseía un carácter fuerte pero que nunca se negaría a una taza y una plática placentera.

-Sí- dijo desanimado el cenizo.

La mujer le acercó la bandeja, él tomó su taza, le puso azúcar a su bebida y la revolvió con la cucharita.

Ella en cambio se sentó en otro de los sillones de la sala.

-¿Qué te sucede hijo?- preguntó la mujer pues como madre le importaba su bienestar.

-Me preocupa Shoto- soltó después de darle un buen sorbo al té -Quiero contarle la verdad pero tengo mucho miedo de lo que piense de mi-

-Shoto es un buen chico, se nota que te ama demasiado- dijo la rubia.

-Sé que es un buen chico pero él se enamoró de mi porque me conoció como chico y.....-

-¿Por qué piensas eso?- lo interrumpió su madre -El que tengas un cuerpo afeminado no significa que seas menos hombre- bebió de su té y continuó -Lo que realmente te haría menos hombre es que fueras una persona grosera e irrespetuosa, sé que tienes un carácter fuerte pero estoy segura que no crié a una mala persona-

-S...si creo que tienes razón-

-¿Recuerdas el día que me confesaste que en realidad tenía un hijo y no una hija?-

-¿Qué tiene que ver ese día?-

-Solo quiero que lo recuerdes-

El cenizo hizo memoria de ese día, que para él fue uno donde experimentó muchas emociones.

*Flashback*

Hace algunos años.

-Madre tengo algo que confesarte- dijo una chica rubia con hermosos ojos de color carmín.

-¿Qué sucede Katsumi?- la mujer estaba leyendo un libro en la sala.

-Primero que nada quiero saber si me apoyarías en todo lo que yo haga o decida para mi vida- se notaba muy valiente pero por dentro estaba llena de miedo.

-Por supuesto que sí hija, aunque si hicieras algo peligroso intentaría detenerte, no vas a hacer nada peligroso ¿verdad?- lo decía porque su instinto como madre de proteger a su único polluelo lo tiene muy marcado.

-No es nada de eso pero....-

-Hija te veo muy tensa, ¿por qué no tomas asiento?-

Ella le tomó la palabra y se sentó.

-Qu...quiero saber que es lo que piensas de mi apariencia- dijo ya más tranquila y con un casi imperceptible toque de miedo en su voz.

Katsumi pese a haber nacido como una niña ella nunca fue muy femenina, le gustaban las cosas rudas, correr y poderse ensuciar, nunca le gustaron mucho las muñecas.

El corazón es lo que importa ~Todobaku one-shot~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora