one; your eyes tell

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Daegu/ Sur Corea 18:17 p.m.

Algunas veces te preguntas ¿Por que la vida es tan injusta con algunos? Muchos idolatran un dios, uno que es perfecto, con la vida perfecta y resuelta.

Pero, nadie se percata ¿que injusto es con nosotros? Los humanos sangramos, perdemos, lloramos y sentimos.

Pero dios no.

Es algo tonto si lo piensas a menudo, ¿una deidad es igual a mi? No, tal vez merezca más, sin embargo Kim Taehyung solía pensar aquello por las noches.

Sin criticar la religión o tal vez si, un poco, más le era imposible ignorar cuán injusto había sido aquella deidad con el.

Tenía veinticuatro años, una vida por disfrutar, un futuro como pianista, toda una vida perfecta, claro, tenía problemas en su familia, sin embargo no era algo del otro mundo, era una persona buena, o al menos así lo veía el.

No fingía estar feliz siempre, pero cuando el mal humor lo abrumaba prefería esperar a que aquella sensación se fuera para no lastimar o herir a alguien, tenía amigos, vamos demasiados y era un buen estudiante, un buen hijo, un buen novio, un humano que se aceptaba a sí mismo.

Uno que vivía en la realidad.

Hasta ese día.

El día de su accidente, lo recuerda, claro que lo hace, el día en que estuvo a punto de perder a la única persona que ha amado no podría irse tan fácil, la sangre, el sonido chirriante en sus oídos, y el silencio del mundo después.

El enojo de sus padres, el miedo de sus amigos, las burlas del mundo, su novia dejándolo, todo, aún permanece en su mente, pero lo que aún queda en su memoria es aquél llanto.

El llanto de su mejor amigo, Park Jimin.

Siendo lo último que pudo escuchar, la última voz que llego a sus oídos y sobraba decir, que sentir perder a ese rubiecito de ojos celestes, había sido de las peores sensaciones.

Por eso no había podido evitarlo.

Ahora mismo, recargado sobre aquél hombro, abrazando su cintura, mientras lo veía sonreír, no tenía mas dudas, pero si miedos.

Se había enamorado.

-Tete, se que es tonto- el rubiecito se había dado la vuelta, y había comenzado a hacer señas extrañas para que Taehyung logrará entenderlo- pero de verdad, si escucharás la voz de Jungkook, también podrías haberte enamorado ya.

Taehyung no pudo hacer nada mas que asentir.

Su mejor amigo volvió su mirada al chico sentado en el puente, cabello negro y largo, extraña forma de vestir y probablemente una voz angelical, Taehyung podía sentirlo, no lo escuchaba, pero podía apostar que lo que su mejor amigo decía era verdad.

Sin embargo, era difícil de aceptar.

Park Jimin, era su mejor amigo, el único que se había quedado, aquél que le había dado una voz, el cual le había devuelto la sonrisa, el chico del que se había enamorado, aquél del que ni siquiera podía recordar su voz. Se había enamorado, de alguien más.

El vivo recuerdo de la primera vez que aquél chico admitió estar enamorado vivía en sus pensamientos, repasando esa escena una y otra vez, dónde esos ojitos brillantes no lo veían a el, si no a Jeon Jungkook.

Había sido doloroso y difícil de aceptar, noche tras noche, lloró en silencio sin siquiera ser valiente para volver a sollozar, culpó al mundo, a dios y al final a sí mismo, por no poder hablar, por ser tan cobarde, por sentir culpa de algo que el no había ocasionado.

All of me ⚝ vminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora