𝐊𝐞𝐧𝐦𝐚 𝐚𝐬 𝐲𝐨𝐮𝐫 𝐛𝐨𝐲𝐟𝐫𝐢𝐞𝐧𝐝 | 𝐇𝐚𝐢𝐤𝐲𝐮𝐮

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♥ Kenma no puede soportar los días de lluvia por los truenos ♥

— Kenma, ven aquí. —Musitaba con tranquilidad su pareja mientras señalaba a su lado un pequeño almohadón, dando indicaciones de que aquel colocador se sentara a su lado mientras tomaba entre sus brazos una manta.

— Solo quiero terminar esta partida y enseguida voy contigo. —Comentaba aquel bicolor mientras sus pupilas se achicaban por la luz tan fuerte que le estaba dando su propio computador. Mas luego de unos cuantos sonidos exteriores, se pudo oír como una tormenta había llegado de imprevisto, al igual que todos esos truenos y un enorme apagón por la misma. — ¿_____? Ni se te ocurra venir y asustarme.

Aunque haya dicho aquello, una mano se posó en el hombro del mayor, el cual se sobresalto y comenzó a observar como podía en busca del cuerpo o el rostro de su novia.

— Tranquilo, ya no lo haré más. —El rostro de aquella fémina por fin pudo ser visto por el medio rubio gracias a la luz de su móvil. — Ven, vamos a la pequeña carpa que hice.

Su leve risa sacó al colocador de aquel momento de miedo, haciéndolo caminar de la mano de la chica hacia el otro extremo de la habitación, sintiendo con sus pies una manta de felpa a la vez que con su mano libre sintió que había una especie de techo hecho de otras mantas.

— Mi imaginación explotó y aquí has de sentir nuestra nueva morada. —La emoción con lo que aquella voz tan dulce había dicho aquello causó cierto sentimiento de ternura del mayor hacia ella, por lo que una pequeña sonrisa apareció en sus labios levemente iluminados por la linterna.

La fémina apoyó su móvil en la manta del suelo, dejando iluminar toda la parte de adentro de la carpa, la cual realmente no era algo grande, pero era bastante cómodo estar ahí y más si su pareja también se encontraba en ese lugar.

Kozume se sentó en uno de los cojines que se encontraban dentro, aún sosteniendo la mano de su novia como si dependiera de aquello, mas la menor separo sus manos para luego tomar su cabeza entre las mismas.

Pasaba sus dedos en el cabello algo despeinado del medio rubio, el cual la miró con una pequeña curiosidad.

— Intento tranquilizarte, estás ansioso por los truenos y el apagón, ¿cierto? —Su dulce sonrisa iluminada por su única fuente de luz ahora mismo fue lo más bonito que el de orbes ámbar veía en aquel momento. — Si estás inquieto, estaré aquí para ti.

Un beso en su frente hizo que los labios del bicolor se curvaran en una leve sonrisa.

— Gracias.