Once Upon In Hogwarts.

Hogwarts Express

El día al fin había llegado. Ina se encontraba en la puerta de su casa, sus padres se trasladarían con ella mediante un traslador hacia la plataforma 9 tres cuartos ubicada en KingCross. La chica esperaba poder encontrarse con Hermione y Mila, sus amigas que hizo esa vez en el callejón Diagon. 

-Ina, esperamos que tengas un excelente año, recuerda que nada de actividades extracurriculares y de meterte en problemas. No nos agrada para nada el director de esta escuela. - le comentó fríamente su padre. 

-Pero papa, tu dijiste que podía unirme al equipo de Quidditch.-dijo Ina decepcionada. 

-Hija, eres de primer año, ningún estudiante de primer año entra a jugar Quidditch. Este año, pasa tus exámenes, y concéntrate en no meterte con hijos de muggles, esos son los mas rebeldes.-dijo su madre mirándola fijamente. 

-Si mama, dijo Ina, abajando la cabeza. 

Entro al tren, sus padres siempre bajaban sus expectativas de lo que quería hacer, de sus sueños y de con quien incluso se relacionaría. Esto la ponía de muy mal humor y muchas veces la deprimía, sin embargo no podía hacer nada mas que hacerles caso y no llevarles la contraria, porque no tenia hermanos y digamos que la convivencia en su casa era ya lo bastante densa como para que la regañaran por desobediencia. 

Subió con Rin, su lechuza nueva, al tren, y al caminar por el pasillo de los vagones divisó a lo lejos a Hermione y Mila entrando a una cabina riendo. Sabía que sus padres estaría mirando donde se sentaría, así que decidió entrar a una vacía. Dejo a Rin arriba en la estantería y se sento. 

Al minuto llego una chica con su gato y a un chico con su sapo. Ambos riendo y hablando muy fuerte. La chica con su gato persa sonrió hacia Ina. 

-Hola, esta ocupado? Todas las otras estan llenas. 

-No claro, pasen. 

-Me llamo Agatha, Agatha Salem, y el es Neville.-señaló al chico con cachetes grandes. 

-Neville Longbottom. saludó. 

-Ina, Ina Ledford.  

-¿Y por que estas aquí sola? ¿No tienes amigos? Nosotros podemos ser tus amigos, osea, obviamente si quedamos en la misma casa, bueno, osea, igual podemos compartir clases. Ay, hable demasiado.- dijo apenada. 

-Mis padres no dejan que me junte con mis amigas de padres Muggles.

-Pero tus padres no saben lo que va a pasar en la escuela, ellos no estarán ahí. -dijo Neville.

-Si, aparte, que importa, tu puedes escoger con quien ser amiga o no, vamos, ¿donde están esas amigas tuyas?

-Como 3 cabinas mas allá.-dijo Ina parándose. 

-Vamos.- la tomo Agatha con el brazo y con el otro agarrando a su gato. 

Caminaron por el vagón hasta encontrar a Hermione y Mila, quienes habían comprado algunas golosinas y reían a carcajadas. Ambas sonrieron y se pararon a abrazar a Ina cuando la vieron. Los 5 se sentaron y comenzaron a hablar de lo que había sucedido. 

-No puedo creer que tus padres hayan dicho eso. -dijo Mila. 

-Si bueno, es que tienen otro pensamiento que no siento que es lo mío, ustedes me agradaron mucho ese día en el callejón. 

-Si, eso debería ser suficiente para que podamos ser amigos. 

-Bueno eso y depende en la casa que quedemos. ¿En que casa quieren quedar? -preguntó Agatha. 

-Gryffindor, es mi favorita. - respondió Hermione

¡YO TAMBIÉN!.-dijeron al unisono Neville, Ina y Agatha. 

Mila por su parte los miró con un poco de disgusto. Luego especuló que a ella no le interesaba ninguna en particular y que iba a dejar que el sombrero seleccionador tomara ese papel, porque no podía con la presión de pensar en una casa y que luego no quedase en ella, seria muy devastador. 

-Oigan, alguna de ustedes ha visto a Trevor?.- dijo Neville preocupado. 

-No, estaba contigo, hace un momento.-dijo Agatha. 

-Si,pero ya no esta.-observo el pequeño.

Decidieron dividirse entre todos y revisar todo el tren. Cada uno fue buscando en los vagones preguntando cabina por cabina donde si habían visto a Trevor. Finalmente volvieron a su cabina, todos excepto Hermione, ella todavía no daba señales. 

-Y bien?.-dijo Neville preocupado.

-Nada.-dijo Ina

-Yo tampoco.-dijo Mila

-Yo tampoco, pero acabo de enamorarme.-dijo Agatha.-Tranquilo Neville, ya aparecerá. 

-Como es eso de enamorarse?-preguntó Ina mirando a Agatha.

-Es que hubiesen visto su cara, es de Hufflepuff, y es mayor.-dijo Agatha echando su cuerpo contra el sillón y mirando hacia arriba.- Creo que encontré al amor de mi vida. Y ni siquiera sé su nombre. 

-Pero como lo descubriste?-dijo Mila, encontraba un poco ridícula a Agatha, pero no de una mala manera. 

-Llegue a la cabina y estaban 3 Hufflepuffs sentados, les pregunte evidentemente si habían visto a Trevor y todos me dijeron que no, pero el, me pregunto como era Trevor, en caso de encontrarla para poder avisarme, nadie en el tren había sido tan considerado.-dijo ella.- A lo cual le describí exactamente como era, o sea, eso creo, ¿café y pequeña sirve o no Neville? 

Todos rieron, Agatha Salem era una chica muy risueña, siempre andaba en las nubes, pero era muy divertida y alegre. Su padre era un gran hechicero y su madre era muggle, por lo cual la hacía mestiza. Todos los hermanos de Agatha pertenecían a distintas casas, pero ninguno a Hufflepuff. Su hermano mayor quien todavía estudiaba en Hogwarts pertenecía Slytherin, pero ella siempre se sintió una Gryffindor desde muy pequeña. Dos de sus hermanas habían sido de Gryffindor, así que había posibilidad de que ella quedase ahí también, al igual que su padre. Ella tenia 5 hermanos. 3 hermanas, 2 de ellas de Gryffindor que trabajaban actualmente en el ministerio, con la tercera que pertenecía a Slytherin, quien se fue de casa luego de graduarse de Hogwarts y no se supo de ella nunca más. Tobias Salem, su hermano cuatro años mayor que ella, perteneciente a la casa de Slytherin y finalmente, Theodore Salem, un año menor que ella, por lo cual entraría a Hogwarts el año siguiente. 

Agatha era muy enamoradiza también, así que cuando conoció al guapo misterioso chico de Hufflepuff decidió que lo primero que haría al encontrarse a su hermano Tobias era preguntarle quien era. La conversación de estos pequeños de primer año termino cuando Hermione entro extasiada, tan extasiada que sintió que podría vomitar palabras. 

Acabo de conocer en persona, al mismísimo Harry Potter.