parte unica

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«Recuerdo aquel día, como si fuera hoy
No hay nada como el
Ni siquiera, me encontró»

Mis ojos se enfocaron en tu rostro, tan bello, tan cautivante. Mi boca se quedaba seca ante tu belleza y mi cabeza se perdía como si el tiempo se detuviera y no hubiera nadie más que tú, tu con tu bella sonrisa y tus labios de corazón, tu con esos hermosos ojos, grandes y expresivos que brillan cual diamante.
Parecía idiota parado sin reaccionar en medio del pasillo mientras te observaba, JongIn me hablaba sobre algo que no podía escuchar, mi atención estaba totalmente centrada en ti.
De la nada, como si por arte de magia, tus ojos me observaron viéndote, me atrapaste admirandote con cara de bobo y sonreiste. Me sonreiste, con esos hermosos labios y tus resplandecientes dientes, sonreiste tan tiernamente hacia mi, un desconocido con cara de bobo que recién conocías.

Sin duda, desde ese momento presentía, que mi corazón, sería totalmente tuyo...

El tiempo pasaba y siempre nos veíamos, te cruzaba en los pasillos, muchas veces compartimos espacio en la biblioteca, en silencio, acompañándonos indirectamente.
Cuánto ansiaba poder hablarte directamente y no seguir como un extraño.
Por suerte o tal vez cuestión del destino, tu amigo y el mío se conocían.
Así fue como pude escuchar tu voz, y vaya, si pensaba que no podía caer más ante ti, estaba equivocado.
Ese día JongIn junto con Baek nos presentaron, tu me saludaste y sonreiste junto con un adorable sonrojó en tu rostro, como la primera vez que te vi. Yo te saludé también, parecía tranquilo pero por dentro temblaba de los nervios.
Hablando descubrimos que congeniavamos genial, escuchábamos las mismas bandas, ambos amamos los días fríos y compartíamos una increíble pasión por los libros de misterio y la música.
Créeme, no podía estar más feliz de haberte encontrado en mi caminó.
Con el tiempo nos volvíamos cada vez más cercanos, nuestros amigos eran novios y nosotros pasábamos juntos todo el tiempo que ya no estábamos con ellos. Recuerdo habernos escapado juntos hacia una plaza cuando quedamos atrapados en la cita de los chicos, o cuando corrimos de un perro que nos perseguía por haber pisado su vereda. También recuerdo cuando pasábamos horas escuchando música en mi cuarto o cuando en unos columpios nos contábamos nuestros sueños y frustraciones, también las veces que escapamos de la hora de química para ir a la tienda de conveniencia a comprar dulces y escondernos en el parque hasta que la clase terminará. Fuimos cómplices del otro y el pasatiempo favorito del otro, juntos el tiempo volaba.
Sin darnos cuenta nos volvimos amigos inseparables.




«Recuerdo todavía, la ves que lo bese
Fue mi primer amor
Y ahora escribo su canción»

El tiempo fue pasando, tu yo nos volvimos inseparables, nini y Baek seguían en pareja luego de tanto. Ya estábamos en nuestro ante último año de secundaria, cada vez más cerca de la graduación, cada vez más cerca de la salida de esta secundaria que fue testigo de nuestro primer encuentro y de una de las mejores amistades de mi vida.
Tu presencia cada vez se hacía más necesaria para mí, realmente, algo había cambiado en mi persona, no podía verte sin imaginarme lo que sería probar tus suaves labios, o tenerte en mis brazos mientras te acaricio el bello rostro tuyo. Crecimos y nos estábamos volviendo más adultos, o bueno, algo así, pero ya no teníamos los flacos cuerpos de puertos de cuando nos conocimos, yo crecí, me volví mucho más alto, mi rostro cambio a ser más adulto, ya no tenía cara de niño y mi musculatura aumento, todavía me acuerdo cómo solías tirarte encima de mi para que te cargará. Tu también creciste, tu altura aumento pero aún seguías siendo mucho más bajo que yo, tu rostro se volvió más maduro pero sin perder esa delicadeza que te caracteriza, tu cintura se marcaba más y tus caderas crecieron un poco, creando una hermosa figura reloj de arena que me fascinaba. Con los cambios también descubrí la profundidad de lo que sentía por ti, no solo te quería, me había enamorado de ti y de todo tu ser, comprendí esos sentimientos que cuando niño no entendía.
Siempre que sonreias alterabas mi corazon, no estómago sentía cosquillas y mi mente no podía pensar en otra cosa que no fuera los bello que te veías.
Durante ese tiempo me confesaste que te gustaban los hombres, y vaya sorpresa te llamaste cuando te dije que a mí también. Tus mejillas se habían puesto rojas mientras bajabas la cabeza y me abrazabas fuerte, escondiendo tu rostro en mi pecho mientras lloraba por qué pensabas que te rechazaría por tus gustos. Tome tu cara y te dije que nunca te rechazaría, que tú eres perfecto, con tus ojos cristalizados sonreiste y me abrazaré fuertemente tirandonos en mi cama. Esa tarde la pasamos acostados mientras nos abrazabamos, disfrutábamos de la compañía del otro en un silencio que no era incómodo, ambos siempre encontrábamos nuestro confort en el otro.

no hay nadie más~ [ChanSoo]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora