[ Takami Keigo.]

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Una de los principales ideales para ser un héroe es querer salvar a todas las personas que puedas, o al menos a la mayoría, no podemos cubrir a todo el mundo, así que solo nos queda salvar a quienes tenemos a nuestro alcance, fue por esa razón que quise convertirme en una héroe, quiero llegar a las personas necesitadas para darle una esperanza en alguna situación complicada, o simplemente ayudarlas.

Solo eso era lo que pedía al llegar a ser una héroe, pero las vueltas de la vida no las decidimos nosotros mismos, no sabemos cuando pueden complicarnos o facilitarnos la existencia, no pensaba en eso hasta que no logre completar mi trabajo, no pensé en eso hasta que empezaron a mormurar sobre mi puesto como héroina.

En una de las tantas batallas que eh enfrentado contra los villanos, los refuerzos iban a tardar, la lucha se encontraba bastante lejos de la ciudad, donde están las agencias en las que trabajamos, así que me encontraba sola contra un enorme y fuerte villano, no tenía idea de su nombre pero si su poder y lo que estaba causando en una pequeña casa en medio de un hermoso campo, a simple vista el villano sólo quería venganza, quien sabe de que, yo solo tenía que ganar y lograr sacar a las personas de ahí, pero no era para nada fácil.

A mitad del combate, mi kosei comenzó a perder fuerza resultado del agotamiento debido a la larga semana atareada de trabajo por parte de la agencia, quería seguir dando todo mi esfuerzo, pero se que si seguía combatiendo iba a quedar sin nada para poder salvar a las personas, así que preferí ir a salvar a los civiles dentro de la casa en un momento en el que el villano intenta reponerse de uno de mis ataques.

Corro hacia la casa con las pocas fuerzas que me quedan, ya dentro comienzo a dar indicaciones, debian guardar la calma y seguir al pie de la letra cada palabra que daba para poder salir lo más rápido posible de esta situación. Todo iba bien, pero en un grave error mío olvidé la presencia del ser con el que minutos antes estaba luchando, ese simple error costó la vida de 3 personas, solo una sobrevivió, ese error costó mi reputación como héroe, costó los logros y futuro de mi vida.

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Después de ese horrible momento, intente seguir mi vida, sin olvidar el suceso, pero si superandolo e intentando mejorar mi fuerza y resistencia, pero la ironía de la vida no me lo permitieron tan fácilmente, la persona que sobrevivió de la batalla hizo especulaciones en mi contra, inventando mil y una cosas, desde que participe en la muerte de su familia hasta que me pagaban para cometer tal acto.

Cada día más personas creían en su palabras más que en las mías, llegó un momento en el que me resigne completamente a todo, e inclusive me cuestione seguir trabajando como héroe, pero no me lo permiti, es un sueño que tenía desde pequeña, no iba a dejar que algo así me subestimara.

Seguí mi camino sumiendome en inseguridades, en sobre esfuerzos que claramente solo lograba debilitarme física y mentalmente, pero poca importancia le tomé, solo seguí centrandome en las palabras de las personas, hasta que llegó el, su sonrisa socarrona, su compostura arrogante, y sus ojos, me atraparon de una manera que nunca quise ni supe controlar, pero claro, el no debía de saber eso, después de todo era el imbecil que me molesta día a día desde que Endeavor se le ocurrió la linda idea de que trabajáramos en dupla.

Todos los días, cada maldita hora de trabajo, el pajarraco se dedicaba a solo molestar, no me quedó atrás, claro, le intento responder de la peor forma posible o quitar plumas de sus enormes alas, cosa que lo hacía aún más irritante de lo que normalmente es.

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Ahora mismo nos encontramos en una misión de rescate, mientras que el héroe de fuego se encargaba del trabajo pesado. Me reconfortaba algo este tipo de trabajo, pero tener a la gallina a mi lado no lo hacía nada fácil.

✨ 𝑩𝑵𝑯𝑨 𝑬𝑺𝑪𝑬𝑵𝑨𝑹𝑰𝑶𝑺  ✨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora