Promesas [One-Shot].

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Era una noche tranquila en la casa Loud, jueves.

Los padres estaban juntos en la sala, viendo el nuevo capítulo de supervivencia en las cordilleras antárticas.

Lori se encontraba en su habitación, un tanto emocionada y pensativa, debido que mañana seria su fiesta de gala o fiesta de graduación, y próximamente iría a la universidad. Ya tenía decidido la nueva encargada de la casa y del resto de hermanos. Pero aun estaba preocupada por su hermana Leni, sabía perfectamente que ella iba a seguir necesitando apoyo de alguien, para lograr su madurez y verdadero talento en la vida.

A pesar que la segunda rubia no iba asumir el cargo.

Leni no se encontraba en casa, sino en el hogar de Fiona junto con otras amigas, realizando una pijamada. Las amigas eran bastante confiables, dejando a un lado la preocupación extrema de sus padres. Aparte que una de ellas poseía un automóvil, para cualquier caso de emergencia o si tuviera ganas de irse.

Luna tampoco estaba en el hogar, sino en un concierto y se podía deducir, que luego iría a una fiesta con sus amigos, ya que era costumbre y típico de ella. Pero la dejaron que disfrutara por esta vez, porque más adelante recibiría una responsabilidad.

Luan estaba en su habitación, pero a diferencia de otras veces, no había hecho alguna travesura, ni tampoco ensayos de chistes, tal como si estuviera triste o quizás su día no resulto como quería. Aunque durante el día alzaba unas miradas de preocupación y tristeza hacia su hermana Lori, como si debía decirle algo importante, pero no se atrevía en hablarle, ni siquiera de hacer un esfuerzo.

El resto de hermanos estaban en lo suyo; ejercicios o pequeñas prácticas nocturnas, videojuegos hasta quedarse dormido, recitación de poemas, guerras de almohadas como dragona y princesa, leer libros científicos (sustitución a los cuentos infantiles), y dormir su temprana siesta con su osito de felfa.

Solo era cuestión de minutos para que la familia, cerrara los ojos y descansar; esperando el día de mañana. A excepción de dos miembros, que tenían algo que los atormentaban, por decirlo así, y curiosamente estaban relacionadas entre ellas. Se necesitaba que una tuviera la valentía de hablar, sobre todo ser completamente sinceras.

***

Luan acababa de salir del baño, todavía usaba su ropa habitual y sin alguna expresión, que la caracterizaba diariamente.

Fue entonces que escucho una voz proveniente del cuarto de sus hermanas mayores.

—¿Luan puedes venir?

—Bueno. —Respondió ella, mientras que entraba a la habitación de su hermana, algo confundida y nerviosa.

Una vez dentro aprecio a Lori sentada en su cama, y al igual que ella seguía sin ponerse su pijama. Su expresión igual demostraba preocupación, y luego le pidió: —Siéntate por favor. —Hacia pequeñas palmaditas en su cama, lado derecho.

La comediante obedece y se sienta a su lado, preguntando: —¿Qué sucede Lori?, ¿Hice algo malo?

—No, tranquila no es nada malo. —Respondió con una voz tranquila y suave, para luego decir: —Solo quiero saber lo que te sucede.

—¿Yo? —Pregunto ingenuamente.

—Sí. Luan te noto triste; no te he visto sonreír durante el día, no hiciste un juego de palabras cuando Lola resbalo del baño, ni tampoco un chiste...

—No es nada. —Dijo anticipadamente, completamente nerviosa.

—Y no creas que no he notado, que me has estado mirando raro... —Comento la mayor con una mirada de preocupación. —Estoy preocupada por ti, por eso quiero saber lo que te sucede, para ayudarte.

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