VMIN OS ✧ ROOMMATE

Primera parte

Jimin y Taehyung llevaban viviendo juntos durante más de un año. Desde que ambos se mudaron a Seúl para estudiar la universidad habían compartido piso. Jimin estaba en segundo año de ingeniería mientras que Taehyung estaba en segundo de medicina.

Tenían personalidades bastante diferentes que no hacían fácil su relación. No encajaban entre ellas y buscaban cosas tan diferentes que chocaban casi constantemente. Después del primer año viviendo juntos y discutiendo casi todos los días, ambos habían aprendido a tener una relación bastante básica. Apenas hablaban y trataban de no buscar problemas con el otro. De hecho no cruzaban palabra a no ser que fuese por asuntos del piso o de la compra o la colada que hacían en común.

Eso no quitaba que el menor se pusiese súper nervioso porque Jimin hubiese empezado aquel curso trayendo a su casa a alguien diferente cada día. Cuando ambos llegaron a aquel acuerdo que les beneficiaba para compartir piso cerca de la universidad, no habían establecido condiciones acerca de invitar a gente, a excepción de no hacer fiestas más allá de medianoche los sábados.

A Taehyung aquello no le suponía ningún problema, se enfocaba mucho en estudiar y no tenía una gran vida social. Apenas llevaba amigos para hacer alguna noche de pelis o jugar algunos juegos de mesa. En cambio el rubio era todo lo contrario. Adoraba salir y la fiesta, y si por el fuese, haría una cada día de la semana. Pero Taehyung no había estado de acuerdo en aquello cuando se conocieron.

El moreno aun podía recordar el día que fueron a firmar. Vio a aquel chico rubio excesivamente atractivo fumando con su ropa de niño pijo. Había sido tan desagradable como había pensado cuando intercambiaron un par de palabras. Un tío chulo que creía que tenía el mundo a sus pies y que era el rey de todo y de todos. Pronto tuvieron sus primeras discusiones.

Jimin había dejado de traer a gente y se acostumbró a ir a otros pisos para encontrarse con sus amigos o parejas fortuitas, cualquiera que cayese rendido a los pies de Park Jimin, que eran muchos. Taehyung le había dejado claro que no quería escuchar sus gemidos todas las tardes mientras trataba de estudiar, aunque a veces se desconcentrase pensando en lo melodiosos que sonaban.

Decidió ir a la biblioteca varios días a la semana para ver menos la cara a Jimin y tener que discutir menos y estudiar más. Pero los viernes solía llevar a la chica con la que había estado el primer año a su casa. Ambos solían prestarle atención nula a su roomie. Pero lo dejaron justo antes de verano y ahora al moreno le irritaba incluso más que Jimin apareciera con una conquista diferente cada día. Echaba de menos follar, y escuchar la cama del rubio golpeando contra la pared que compartían no le hacía ninguna gracia.

Alguna vez había echado un vistazo fortuito al cuerpo de infarto del mayor, como para no hacerlo. Tenía a toda la universidad embelesada con aquellas piernas infinitas y ese culo pomposo y apetecible que se paseaba satisfecho de tener todas las miradas sobre él. Era un fuckboy orgulloso y todo el mundo lo sabía.

Si estabas en su lista tenías suerte y podrías disfrutar de aquellos sonidos que Taehyung escuchaba muy de vez en cuando. Y solo si eras hombre. De otra manera, el rubio ni se dignaría a mirarte.

No habían tenido mucho contacto desde que había comenzado el cuatrimestre pero Jimin había vuelto de vacaciones con muchas mas ganas de sexo de las que ya había tenido el curso anterior. Aprovechaba cada vez que podía para arrastrar a alguien a su cama. Y le encantaba.

Al igual que le encantaba encontrarse con su roommate cada vez que lo hacía. La mandíbula tensa de Taehyung enfadado le hacía sonreír en exceso. Disfrutaba de poner nervioso al otro. De hecho disfrutaba de verle cada día. Su mayor fantasía era poder montarle y escucharle gemir su nombre. Pero sabia que su roomie era hetero y ademas prefería leer antes que hacer cualquier otra cosa. A veces no podía creer que fuese así de muermo.