1. Caminos

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El matrimonio es un error

-Sal conmigo P'Ae

Cuando a Ae le informaron por sus compañeros que alguien le buscaba en la puerta de su lugar de trabajo, jamás imagino que se encontraría con semejante escena.

La voz de la chica que le hablaba era dulce y se notaba muerta de vergüenza. Tenía un lindo cabello ondulado y teñido de rojo y sostenía un enorme ramo de flores. Sus amigas estaban ahi con los celulares en mano, grabando el momento.

Ae la miraba anonadado, se necesitaba mucho valor para hacer algo así enfrente de tanta gente. Su gerente salió al escuchar demasiado ruido. No le gustaba que hicieran escenas de ese tipo frente al restaurante donde era mesero. Adentro sí, en especial si pagaban una mesa.

Ae calmó a su jefe asegurándole que resolvería las cosas en seguida.

-Escucha,Nong'...amm ¿Cuál es tu nombre? le dijo finalmente a la chica-
-Shamploo,P'Ae, vamos a la misma escuela.

-Si,mira, N'Shamploo,mejor guarda esas flores para ti y gasta ese dinero en tu educación.  Eso es mas importante que una relación. Las relaciones son solo una perdida de tiempo y dinero. Y no tengo tiempo para perder en relaciones.

La chica miró al joven moreno y conteniendo las lágrimas huyo de ahi con sus amigas tras ella, las cuales le dedicaron una mirada de enojo a Ae.

Para Ae Intouch no habia nada más insulso y estúpido que una relación. No es que no soñara con familia e hijos, pero sus metas y prioridades eran otras.

"No saldré con nadie hasta que tenga un buen empleo con el cual mantener a una familia" pensaba. Su meta en la vida era llegar a ser un empleado de alguna enorme empresa transnacional y poder pagar a su hermana el costo de su educación.

Cuando termino su turno tomó sus cosas y se fue en su bicicleta hacia su departamento con la noche llamándole a la fiesta pero su cuerpo pidiéndole descanso.

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Al otro lado de la ciudad un apuesto joven de tez blanco avellana y hermosas mejillas sonrosadas bebía un poco de sake.
Era la reunión de generación y Pete estaba harto de estar ahi. A una de sus excompañeras se le ocurrió que era buena idea llevar a sus hijos, que en ese momento gritaban por todo el restaurante sin que los meseros ni la madre pudieran hacer algo para calmarlos

-¿Por que los trajiste?- pregunto con una sonrisa incómoda a su ex compañera

- Mi esposo está trabajando el turno de noche hoy

-Pudiste dejarlos con tus suegros

-¿Estás loco? Si la bruja de mi suegra supiera que los dejaba para venirme de fiesta no me hubiera dejado salir.

Uno de los niños empezó a tironear del traje de Pete. Pete solo soportaba el maltrato a su fino traje por consideración.

"No pienso jamás tener hijos" decia para sus adentros. Los niños le aterraban mucho, eran siempre impredecible e incontrolables. Prefería controlar una jauría de chacales que cuidar a un bebé.

Pete se volteo hacia el pequeño y apretó sus mejillas con una sonrisa fingida, intentando que el mocoso se calmara

-Que cosa tan tierna eres-decia mientras pellizcaba sus regordetes cachetes.

-¿Verdad que si?-contesto la ingenua madre- por eso deberías apurarte y tener a tu propia familia, antes que tus huevos se sequen. Ya sabes conseguir un buen alfa y hacer una familia.

Una familia. No era como si no lo hubiera pensado antes. Por supuesto que le gustaría tener una familia, un compañero en quien confiar. Los hijos le aterraban pero teniendo a alguien más con él veria las cosas diferentes. Sabía que ya no era tan joven, acababa de cumplir 25 años. Pero aún no estaba listo para ello. Y el mayor problema era que no tenía pareja.

When everything comes to placeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora