En 1985, Louis estaba en el pleno apogeo de su carrera como reportero de la CNN en Londres; apuesto, joven y carismático, había logrado robar el corazón de todo un país a sus tan solo veintisiete años y 1.72m de altura. No obstante, toda esa atención se había convertido en una sobrecarga extrema de trabajo, el canal tenía más audiencia cuando él estaba presente, por lo que a su jefe se le hacía conveniente explotarlo para obtener mayores ganancias, cuestión que no había molestado a Louis hasta este momento.
-¿Estás seguro de que estarás aquí a tiempo? -preguntó Lottie desde la otra línea-. Los gemelos están ansiosos de verte.
-Claro que sí, tonta, no me perdería algo tan importante.
Desde la muerte de su madre, Louis se había encargado de cuidar a sus hermanos sin importar qué. Por suerte, su sueldo era más que suficiente para antender todas y cada una de sus necesidades, esforzándose lo más que podía para hacerlos sentir felices a pesar de aquella pérdida.
Una vez en casa, los invitados comenzaban a llegar mientras que él bajaba con cuidado los regalos del coche. Antes vivían en un vecindario común, pero los paparazzis habían comenzado a acosar a la familia, por lo que optó por comprar una residencia en un lugar más privado y alejado de situaciones desagradables.
-Ya está todo listo, ¿tienes los regalos? -preguntó Phoebe desde la entrada principal.
-Sí, ayúdame a esconderlos -murmuró.
Los niños jugaban por todo el patio mientras que los padres convivían entre sí, saludando al atareado Louis cuando lo vieron entrar.
-Estoy tratando de que todo esté perfecto -comentó-, tardamos muy poco en organizarlo.
-Está excelente, Louis -respondió uno de los invitados.
-Haces un gran trabajo, hijo -inquirió la mujer de alado.
-¡Louis! -gritaron Doris y Ernest al unísono.
-¡Feliz cumpleaños! -exclamó, tomándolos entre sus brazos en un cálido abrazo-. ¿Les está gustando la fiesta?
-¡Es la mejor!
-¿Habrá pastel?
-Claro que sí, dulces, pastel y juegos. Vayan a divertirse.
Durante la siguiente hora, todo fue al pie de la letra, Louis se sintió por fin aliviado y planeó más cosas para pasar su fin de semana en familia.
-¿Te gustaría ir a acampar mañana? -Le preguntó a Lottie en la cocina.
-Será fantástico. Podríamos ir al lago y pescar como lo hacíamos con mamá.
Louis emitió una media sonrisa.
-Claro, me serviría también para desestresarme un poco.
Lottie partía con cuidado las rebanadas de pastel mientras charlaban.
-Es tan agotador ser tú.
-Oh, veo que por fin lo entiendes.
-Es decir, me encantaría estar con famosos y salir en televisión, pero no soportaría tener a un jefe como Simon. No te deja en paz, es como si fueras su títere.
-Pues tal vez sí que lo soy -respondió irónico a pesar de que en realidad sí lo creía-. Me estresa tanto no tener tiempo para ustedes.
Lottie acarició su hombro con delicadeza de forma reconfortante para él.
Fue entonces cuando la tranquilidad de Louis se fue por completo. El sonido del teléfono colgado en la pared los hizo sobresaltarse.
-Yo contesto -dijo él, acercándose.
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Una noche en París |l.s|
Короткий рассказLouis Tomlinson es un periodista que está por entrevistar al famoso cantante británico Harry Styles.