Fuego & Agua

Prólogo

La noche caía poco a poco y se sentía la oscuridad llegar cada vez más rápida, ágil, envolvente. Las horas habían pasado rápidas y tortuosas para algunas personas, mientras que para otras, no era más que una simple y común noche más. El oscuro bosque estaba tranquilo, silencioso, como si nada estuviese pasando allí, pero esto siempre engañaba.

Una pequeña niña pelirroja de diez años luchaba por su vida, siendo arrastrada por dos hombres. Ella lanzaba patadas y gritaba a todo pulmón para que la ayudasen, pero no había nadie allí y nadie la escuchaba, ni le prestaba atención. Su nombre era Danielle.

Danielle lloraba, extrañaba su casa y no quería estar allí. Pedía a gritos que sus padres la tomaran en brazos, pedía a gritos que volvieran por ella, que la ayudaran a salir de allí. Uno de los hombres golpeó su cabeza, pidiéndole en un aterrador gruñido que se callase. Ella obedeció intimidada, mientras lágrimas silenciosas caían por sus mejillas.

Los hombres murmuraban sobre que debían hacer con ella, ya que habían cogido a la niña equivocadamente, confundiéndola con otra. ¡Que tontos habían sido! Pero no les quedaba de otra, no podían volverla a dejar libre, podrían atraparlos. Tenían que deshacerse de ella.

Se adentraron más al bosque, para que la oscuridad y humedad los adsorbieran, dispuesto a dejarla allí, perdida. Danielle se mantenía callada, esperando la oportunidad para salir corriendo de ahí e ir con su familia. Uno de ellos tropezó y ella lo aprovechó, golpeando al otro en la rodilla y zafándose, corriendo de allí.

Sintió que pasaban horas y horas y no encontraba la salida. ¿Dónde estaba? Sus hombros se agitaban estruendosos, acompañados de quejidos y lágrimas. Quería irse ya, tenía miedo, hambre y se sentía sola, muy sola, pero no podía hacer nada, porque estaba perdida.