Mire por ultima vez al espejo, estaba maquillada y ademas llevaba tacones.
No recuerdo la ultima vez que salí así a la calle, solté un suspiro. Me estaba arrepintiendo ya y ni siquiera había salido de mi casa.
Para ganar hay que bailar, uh, así no era... Bueno como sea.
Gire la llave y me coloque los auriculares. Cuando Maps comenzó a sonar, casi la cambio. Ya no tengo que hacerlo, sonreí, Ya no.
Entre al Café de Julia y comencé a buscar una mesa donde sentarme. Tenia dos opciones: La mesa al fondo,cerca de los baños o la mesa a un lado de los ventanales.
Usualmente elegiría la que esta lo mas lejos posible de la ventana, pero hoy necesitaba mucha luz. Hace como dos días que me habían pedido un dibujo y ni siquiera había empezado. Suspire, me acerque lentamente a la mesa y pedí un café normal.
Esperando mi café comencé con mi dibujo. Era de la bebe de mi hermana llamada Yaya, bueno, no se llama así, se llama Dayana. Pero ese podo le quedaba perfecto.
Paso un día completo a la semana con esa bolita de alegría así que me sabia de memoria todas sus caritas.
Reí levente y comencé haciendo el boceto. Estaba tan concentrada en el dibujo que no me di cuenta cuando Barry, un mesero amigo mio, me trajo el café .
- Tu café , Nico.
Levante la vista y mis ojos se encontraron con un manchado Barry, solté un carcajada a lo que el respondió con una mirada rara. Alargue la mano y le limpie una gran mancha de chocolate de la comisura de su labio.
- ¿Eh?¿Que tengo?
Volví a reír - Solo te diré que debes dejar de robar magdalenas al Chef.
Me dedico una sonrisa antes de sentarse en la silla de enfrente.
- Y bien, mi pequeña Nicole, ¿que te trae por aqui?
- Ya sabes que me encanta el cafe de Carlo, es magnifico.
- Pero que te lo sirva un modelo de Calvin Klein como yo, le da un sabor mas dulce. -dijo moviendo sus cejas de arriba hacia abajo.
Solte una risa tonta, y es que Barry era muy guapo, demasiado a decir verdad. Bien podria hacerse pasar por un modelo y nadie lo notaria. Con su piel morena y sus ojos claros, sumado a su encanto y carisma dan como el resultado al chico perfecto, casi perfecto.
Han pasado casi ocho meses, deberia poder superarlo... Deberia...
Suspire y aparte la mirada de mi cafe, si Josh estuviera aqui conmigo me diria algo como ''Tu dibujo esta quedando exelente'' o mejo aun uno de sus muchos ''Te amo'', que ahora se que para el no significaban nada pero para mi significaban el mundo.
Barry coloca una mano sobre la mia y me regala una sonrisa impecable, llena de ternura y de cariño. Era un amigo impecable, lo queria como a un hermano. Nuestra burbuja se rompio al escuchar el timbre de la campana que anuncia la llegada de un nuevo cliente.
- Agh, odio a los clientes inoportunos... Como sea, luego seguimos esta platica. -se levanto de la mesa para ir a atender a los nuevos clientes, pero antes de dar el primer paso se giro y se acerco mucho a mi como para decirme un secreto- De verdad seguiremos esta platica, ademas, debemos planificar tus felices veinticuatro.
Sonrei levemente- Sabes que no quiero hacer nada, Barry...
- Hay no empieces, como sea, hablamos luego Nico.
Y sin mas se fue a atender clientes. Rode los ojos, que sea mi mejor amigo no le quitada lo insufrible y cara dura. Volvi a tomar mi lapiz de dibujo y comence a dar mas detalles al retrato de la pequeña Yaya.
