Hello, it's me.

La rosa eterna.

¿Alguien sabe lo que es que te rompa el corazón una y otra vez la misma persona? ¿No? Les cuento, es realmente estar enamorado, estar obsesionado o ser un imbécil. Estadísticamente es lo que la gente te diagnostica cuando no te sacas de la cabeza a alguien que te hace mal.
Pero ¿Cómo explicarlo? ¿Por qué te sigue haciendo mal? Debe ser porque es la única persona que te notó. Porque hablar con ella o con él te hace bien, saber que estás provocando una sonrisa e ilusionarte con tener algo nuevamente, te hace bien. Y la verdad no se si a alguien más le pase amar como yo amo. Amar de forma incondicional tiene un precio muy alto. Y es que podes quedar solo por el resto de tu vida si estás amando a alguien que no te valora como te mereces.
Seguro hiciste todo por él o ella, seguro que te trataste de hacer notar para que sepa que siempre vas a estar. Tal vez, te estás tragando todo el dolor de saber que está mal por alguien más; y solo para hacerle reír y subirle el ánimo, porque eso era lo que mejor sabías hacer a la distancia.
Lo más seguro debe ser que siempre le aclares lo que sentís, diciéndole frases que le hagan sentir importante. Preguntándole siempre si se encuentra bien, si no quiere hablar lo que le pasa, aunque te diga que no. Intentas todo por ella o él. Incluso lo que no querés. Y si su vida estuviera en peligro, serías el o la primera en saltar a dar tu vida por la suya. Pondrías el pecho y la esconderlas detrás tuyo para que no la lastimen. Te meterías en asuntos que nadie se metería solo por esa persona, porque crees que vale.
Tratas de hacerla feliz sin importar con qué sea. Una taza de café, un dibujo, una canción o un poema, un libro si así lo quiere, una cena si la desea.
Pero nunca le alcanza... ves lo que siente por alguien más. Ves que solo quiere a esa persona por mas que no haga ni la mitad de las cosas que vos harías por ella. Te sentís inútil, y por años no olvidas lo que sentiste por esa persona. Porque para vos, realmente es el amor de tu vida y no una compañera de primavera o verano. Crees en esa rosa eterna, que representa el amor que sentís. Pero esa rosa tiene espinas y obviamente vas a lastimarte en un mal agarre queriendo tenerla en tus manos. Muchas veces no pensas en otra cosa que dejarla porque te rendís, porque esa rosa te va a hacer mal. Pero no podes, porque estás maravillado con la hermosura de esa eterna rosa del amor. Y si la tiras, con el pasar del tiempo el viento la devuelve a tus manos. Y comprobas lo mucho que la extrañaste al solo verla o sentir su aroma. Volves a lo mismo, porque el mundo es un círculo que no deja de dar vueltas, tarde o temprano las personas como vos y yo terminamos parados en el mismo lugar del que queríamos salir. Pero seguimos. Porque el paisaje que nos daba ese lugar era el mismo que estando en el piso más alto de un edificio, divino, pero peligroso...
Y terminas sentado en ese lugar, solo observando todo lo que pasa en él, porque es un lugar que no se te permite disfrutar. Y tenes que conformarte con la vista de esa ciudad, contemplando la belleza desde la altura, con un café en una mano, y tu celular en la otra esperando su mensaje, esperando que algún día te diga que te ama... esperando que un día... te invité a disfrutar ese paisaje más de cerca, y puedas ser feliz, sabiendo que conseguiste lo que anhelabas.