Cap 3: El amante de mi amante

16 0 0
                                    

Recapitulemos, Carlitos y Juan pablo tuvieron su excitante noche de pasión en el gimnasio de la preparatoria, lo mas normal, típico de todos los días y aunque suene mamada si lo es, normal encontrar un condón usado en los vestidores, parece chiste pero es anécdota.

continuando con nuestra trama; Se empezaron a escuchar pasos acercarse a los vestidores pero los otros dos estaban tan cansados de mucha noche de sepso que ni se inmutaron que un negro de dos metros se acercaba peligrosamente a aquel espacio cerrado donde cayeron en los brazos de Morfeo, aún abrazados. Los pasos se intensificaron hasta que la persona que los ocasionaba llegaba al lugar en busca de algo que dejó el día anterior ya que por alguna razón los pololos se quedaron toda la noche en la preparatoria; el negro de dos metros admiro la escena de Juan Pablo y Carlitos, sus cuerpos aún sudorosos del calor que se daban mutuamente al tener contacto con sus cuerpos desnudos en un caluroso y abrigador abrazo... No podía creerlo, en aquel silencio juraría que se escucho un crack por parte de su corazón al ver a la persona que amaba abrazando a otro, no podía soportarlo estaba a punto de huir pero tenía que hacerse oír, tenía que hacer que lo notará de alguna manera así que tomó aire y con todo el coraje que pudo reunir apretó sus puños y avanzó unos pasos hacia ellos.

-¡¡¡¿QUE HACES CON LA LICIADA?!!!-

Resaltó la voz del Moreno sobre el espacio del gimnasio haciendo que los otros dos que reposaban sobre el suelo se levantarán en alerta

-y... ¿Tu que haces aquí?- pregunto juan Pablo al notar la obvia presencia del negro de 2 metros simultáneamente tomaba su ropa y se vestía cubriendo a Carlitos el cual seguía alterado y abrumado por la forma tan comprometedora que los han encontrado

-Yo pregunté primero, responde que haces con esa LICIADA- acentuó en "liciada" cosa que hizo que Carlitos se encogiera de hombros ocultándose más como si se sintiera culpable de consumar el pecado y ser descubierto después del acto

-que te valga lo que yo haga- respondió ya cabreado de la insistencia y lo pesado que se ponía el contrario, pasándole la ropa a su amado y dejar de mirar de reojo al Moreno que se notaba claramente enojado y muy en el fondo dolido

-pues no me vale lo que hagas- confeso algo avergonzado -¿porqué?- escucho la voz de mayor exaltando se y dudando de sus palabras pero no podía ocultarlo más así que tomó un postura firme y habló...

-pues que valga verga lo que piense yo- respondió molesto y cruzandose de brazos sin dejar de mirar mal a la arrastrada de Carlitos, pues que le ve a ese? No era nada comparado con el y no merecía tener el amor de Juan Pablo así que tenía un plan para arreglárselas y quitar por fin a Carlitos de la ecuación -en fin, te veré luego mi amor-

Y así fue como aquel joven color azabache se alejo del lugar, si olvido lo que iba a buscar por todo el caos. La pareja quedo confundida, bueno al menos Juan Pablo ya que Carlitos estaba bastante angustiado y más sobre cómo el azabache se refería a él...

-no le prestes atención mejor vístete que vamos a clase ya- dijo Juan Pablo hacia Carlitos el cual mantenía una mirada baja y angustiada, no podía creer lo que había pasado, era incómodo que los encontrarán en aquella situación además que en su mente rondaban dos incógnitas, ¿porqué ha reaccionado así? Y aún peor... ¿Porque se despidio de aquella manera? No encontraba respuesta alguna de las preguntas que rondaban en su mente, hasta que fue sacado de sus pensamientos al escuchar la voz de Juan Pablo

-entonces?... -

-ha! ¿Qué?-pregunto con una suave sonrisa nerviosa Carlitos

-que si ya vamos a clases o nos la saltamos- repitió Juan Carlos ofreciendo su mano a Carlitos para que este se levantara y vallan a clase

-ha si, vamos- se levantó sonriendo y siguiendo al mayor hacia sus clases correspondientes

~Después de las clases~

Al final de las clases, el negro de 2 metros no se iba quedar con las ganas de hacer que Carlitos salga de lugar para poder así quedarse con Juan Pablo, por lo que fue a buscarlo y una ves asegurado de que no estaba la liciada se acercó al más alto, llamando su atención al tocarlo del hombro con uno de sus dedos y recorrer suavemente hasta llegar a su mentón

-tenemos que hablar sobre las tareas de biología...
De maincra~- dijo sonriendo y acercándo su rostro al del más alto peligrosamente para después separarse enseguida dejando confundido al mayor. -vamos a la biblioteca! Pará mayor concentración-

Juan Pablo miró curioso al azabache ya que no era como que se quería quedar solo con el pero no tenía opción, si tenían trabajo de biología que hacer así que accedió en ir a la biblioteca con el.

Mientras tanto Carlitos se quedó junto a las dos pendejas esperando a que Juan Pablo saliera de la biblioteca, había dicho que iba sacar información rápido pero pasaban los minutos y era cada vez más insoportable la idea de que el negro estuviese intentando llegar a algo más con Juan Pablo. No es que no confiara en el, pero desde la mañana lo tenía preocupado por su despedida y eso lo agobiaba.

Después de mucho esperar, casi una hora suponieron que Juan Pablo salió y nunca los vio pero eso no dejó satisfecho a Carlitos por lo que aún después de despedirse de las pendejas se sentía preocupado, su preocupación hizo que lo buscará camino a casa, mandándole mensajes y llamándolo pero no obtenía respuesta alguna incluso llegando a casa no tenía noticias de su amado, no entendía porque hasta que una idea nada apetecible pasó por su cabeza.

El joven azabache no le daba confianza y temía que estuviera demasiado tiempo con él y pero sí es real lo que tanto pensaba Carlitos, era algo que realmente no quería por todo el amor que le tenía a Juan desde el primer instante que se vieron, la sola idea que este con otra persona le rompía el corazón hasta que una notificación iluminó su existencia. Juan Pablo estaba devolviendo una de las miles llamadas perdidas que dejó Carlitos, estaba contento de por fin tener noticias aunque no era agradable que fueran a altas horas de la noche, eso que Importaba, tomó el celular respondiendo la llamada alegre.

-hol-! -

-¿que quieres? ¿Porque molestas tanto?!- se escucho la fría y ruda voz al otro lado del celular por parte de Juan Carlos.

Carlitos contuvo la voz, ya que empezaba a temblar de poco en poco, le dio miedo pero más que miedo tristeza de ser llamado tan rudamente, sin ninguna pizca de afecto preguntándose que habrá pasado con el negro azabache para que le hablaran tan mal.

_Continuará_

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 20, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Pasión de SierraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora