---¿Esto es lo que significamos los dioses para esos malditos humanos? ¿cuantos hemos nacido por tantos deseos desesperados? ¿y cuántos aún no se han vuelto polvo pero saben que están por ser olvidados en una primavera? ¿para qué existimos como seres "todopoderosos" si debemos someternos a su patética voluntad? --- Un cruel monólogo salía con una voz incómodamente serena, sus lamentos parecieran limpiarse en el agua cristalina ---Y aún cuando grite esto al viento nada se aleja de mis pensamientos, los pocos mortales que recurren a mi nombre solo estan para pedir y dejan de saber algo de mi cuando sus deseos culminan, solo me dejan aguardando y lamentablemente esta reencarnación tuvo que ser en una época donde nadie me contrate para tomar una que otra alma, al menos antes tenían gustos más refinados por la ropa. Lo peor es tener que seguir aguantando las quejas por las perdidas y temerle a la muerte me parece estúpido que crean que ella use una guadaña, es más cómodo defenderse de esos sorrow stalker con una buena katana.
Se decía esto mientras se recostaba en el césped metiendo sus manos entre su ropa tomando una extraña piedra con grabados que no parecieran corresponder a su apariencia, y llamaba la atención como de un kimono tan bien cuidado y que parecía recién producido, hubiesen bolsillos a punto de deshacerse.
Mientras se lanzaba la piedra de una mano a otra mirando cómo de entre las nubes empezaba a brillar una luna menguante que anunciaba como se acercaba una semana invernal con la pronta luna nueva, oscureciendo más aún las noches y dejando más descubierto el mundo mortal. Entonces como si las fuerzas de la creación rasgara el cielo, lo que parecía una gota de sangre brotaba del borde de la luna, creciendo con mayor intensidad entre más pasaba el tiempo cuando el dios se daba cuenta que era un cuerpo que caía del cielo, y en menos de 5 segundos se había puesto de pie, saltando hacia atrás hasta caer en la punta del árbol desenvainando su confiable arma mientras el objeto misterioso impactaba en la orilla del río haciendo que su caudal se interrumpiera, viendo como los peces parecían por unos instantes misteriosas aves hasta golpear el suelo.
El dios miraba atento sin bajar la guardia, mientras sus ojos empezaban a irradiar con un aura oscura hostil y que lo preparaba para reaccionar al más mínimo ataque, pero cuando las nubes de polvo se empezaban a disipar, se apreciaba como si fuera un blanco capullo que si no fuera por las manchas y heridas que tenía, parecería irradiar casi con el mismo misticismo que la luna; cuando este se empezó a abrir dejando ver su verdadera forma de unas alas majestuosas que habían cubierto del impacto a una dama misteriosa con un vestido tan negro como los abismos; algunas culturas llamarían a este ser un ángel pero él nunca había conocido a uno y no podía tomar algún descuido, hasta que del rostro de este ser veia como brotaba algo que conocía muy bien, lágrimas que cubrían su cara, y tenía suficiente experiencia para saber que los demonios no lloraban. El dios bajó a su lado en busca de alguna respuesta.
---Oye que te pasa --- le decía acercándose cautelosamente sin recibir respuesta --- oye te estoy hablando, tú, lo que quiera que seas responde ¿qué te pasa?
---Aunque no lo creas --- decía con la voz cortada entre su llanto --- me duele no salir de mi realidad
---¿Y eso qué tiene?
---Es una de la que sólo puedes esperar para saber de tu destino. ¿Tú qué haces aquí?
---Espero otro humano necesitado que me contrate.
---Oh perdona --- decía el ángel mientras recuperaba el aliento y en su necedad por auxiliar a otros iba recobrando el aliento ---no soy humana, pero ¿puedo ayudar en algo?
---Acabas de caer del cielo así que no creo que seas de ayuda a menos que necesites que haga algo por ti.
---¡Sacame de mi destino!
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Eclipse
FantasyEsta historia, aún sin nombre conocido trae la vida de un dios que se ve amargamente perturbada por la llegada de un angel que aunque haya dedicado su vida a cuidar los humanos, no conoce las tragedias que trae este mundo. Mientras la compañia de am...