Capitulo 2

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Los rayos del sol se fugaban entre las ramas de los árboles, con los primeros aires de un cruel invierno, el color de la muerte se perdía entre las hojas de otoño. Sin miedo las crías de los zorros buscaban abrigo entre los cuerpos, y los peces trataban de escapar de los ríos que aún limpiaban la sangre de los valientes.

--- Es una mirada muy trágica hermana.

--- Y aún así sabíamos que era necesario para la prosperidad.

--- ¿Cuántos de ellos habrán creído que un rezo o súplica habría bastado?

--- Casi tantos como a ti en Troya.

--- Eso fue frío por tu parte Amaterasu.

--- Ahorita no tengo tiempo para esto, tengo cosas que hacer.

Una figura elegante e intimidante bajaba como si hubiera una escalera invisible desde el sol, ante ella la mirada de los mortales era incapaz de contemplar su figura divina. Firmemente tocó el suelo y un brillo enceguecedor cubrió todos los campos. Con un ademán tomó las hojas de los cerezos y los junto en una delicada piel, arrastra las nubes de tormenta sellandolas en un corazón valiente.

--- Surge entre los eternos hijos mío.

El cuerpo de dios era entregado a la tierra, y de la tierra provenía su vida. Aún con su nueva vida, su mente ya entendía la capacidad de su dominio.

--- Mi señora, permíteme cumplir tu voluntad y enséñame el motivo de mi existencia.

--- Una época de dolor que ha azotado este reino ha terminado, pero sus deseos de muerte causaron la pérdida de varios como los tuyos, que han dejado descuidados a tantos inocentes, mi mandato sobre ti te sella para que protejas a todos los viajeros que buscan desmedidamente un hogar de paz.

Amaterasu guió al dios entre un valle y alcanzaron un puerto. Ante ellos se encontraban varias familias que se disponían a abandonar su hogar. Ella tomó una forma que los portales pudieran ver y les dijo

--- Postraros ante mi mortales, ¿a dónde piensan ir si no conocen más tierra que está?

--- Gran señora de luz, te rogamos tu perdón, pero no podemos quedarnos, no podemos soportar ver a nuestros hijos y hermanos dar su vida en vano.

--- Sin importar donde vayan siempre encontrarán la guerra, pero nunca podrán volver aquí ¿lo saben?

--- Es un riesgo que estamos dispuestos a tomar.

--- Bien que así sea. Todos los nacidos en mi tierra, y su descendencia siempre estarán bajo mi amparo, los bendigo para que nunca sean abandonados por este dios, su nombre será señal de servicio y todos los que crean y acudan a él serán guardados.

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⏰ Última actualización: Sep 24, 2020 ⏰

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