.SEVEN.

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¿Sabes sobre qué no necesitaba preocuparme en mi autoaislamiento? Las cicatrices de mi juventud. "Siete" trata sobre la pureza de la amistad de la infancia: "Creo que tu casa está encantada / tu papá siempre está loco y debe ser por eso / y creo que deberías venir a vivir conmigo / y podemos ser piratas, / entonces ganaste no tienes que llorar o esconderte en el armario ". No necesito esto ahora mismo. No necesito recordar cómo fue que me arrancaran la juventud de mi garganta hace años o sentir nostalgia por las heridas emocionales de la infancia. Estoy bien. Esta canción es hermosa, pero estoy bien.

Sus pies corren lo más rápido posible, Alice está descalza corriendo por el suelo verde de su jardín. Con sus manos sostiene la pollera de su vestido blanco hacia arriba para no enredar sus pies con este. Su pelo se va desarmando a cada paso que da. Mrs. Bennet se va a enojar con ella, había estado cuatro horas arreglándole el cabello esa mañana. Su respiración se va haciendo cada vez mas agitada pero no puede detenerse. Tiene que correr, correr lo más rápido que pueda, tiene que llegar a la casa, tiene que hacerlo.

Entonces lo veo, James a su derecha corriendo cada vez más y más rápido hasta que la alcanza y luego la supera. A solo metros de la puerta esta se abre dejando ver a Mrs. Bennet dando un grito de indignación y sorpresa al verla. James toca la puerta primero y en medio de sus respiraciones agitadas grita:

"¡Gané!"

"¡Señorita Alice!" grita Mrs. Bennet con todavía las manos en su boca y su expresión horrorizada. "Dios mío, la cena es en solo unas horas, mire como esta. Dios mío" Alice miró a James haciendo su baile de la victoria feliz.

"Solo ganaste porque no llevas este tonto vestido" dijo Alice y luego le sacó la lengua.

"Gané porque soy mejor que tu" dijo con una sonrisa arrogante. Alice iba a contestarle, pero Mrs. Bennet tomó su muñeca y la llevó adentro.

"Tu" dijo señalando a James. "Ve a limpiar el establo, tiene que estar listo para cuando el Señor Darcy llegue" James asintió obedientemente y se fue, no sin antes sacarle la lengua a Alice cuando Mrs. Bennet no lo vio.

"No puedo creer lo rápido que lograste tirar por la borda todo el esfuerzo que hice por que te veas bonita" murmuro Mrs. Bennet mientras subía la escalera con Alice de la mano.

"Estaba divirtiéndome" susurró Alice.

"Las niñas de tu clase no se divierten" dijo mirándola fijamente. Suspiró y abrió la puerta de la habitación. "Quítate ese vestido que ahora es verde musgo mientras preparo la bañera" dijo y entró al tocador.

Alice suspiró y se miró al espejo. Si su madre la viera en este momento seguro estaría gritando de desagrado tal y como lo hizo Mrs. Bennet. No tenia un solo riso atado al peinado, la botamanga de su vestido estaba llena de barro y mas arriba tenia el color del césped. La transpiración corría por su frente y su respiración seguía siendo todavía irregular. Se sacó su vestido y vio sus pies marrones, absolutamente empapados de barro y sonrió. Si su madre estuviera aquí la habría asesinado, definitivamente.

"El señor Darcy morirá de espanto si te ve así" dijo Mrs. Bennet saliendo del tocador. "El agua esta lista, vamos niña. No tenemos mucho tiempo antes de que tu padre llegue"

Esa noche tenían un baile, su padre rara vez hacia uno de esos. Ella era todavía muy pequeña para presentarla en sociedad y él odiaba las fiestas. Él le dijo a Alice una noche que las odiaba porque las solteronas y viudas querían casarlo todo el tiempo de nuevo. Mr. Darcy había amado a una sola mujer en su vida, y aquella mujer era a su hija.

Sobre la madre de Alice solo había rumores. Que era una mujer loca, que odiaba a su hija, que había querido asesinarla de bebe, que solo se había casado por el dinero, que se enamoro de otra persona y se fue, que era prostituta y se fue dejando a Mr. Darcy en una terrible agonía. Pero Mr. Darcy no la amó, nunca lo hizo. Un matrimonio de amor no era común y casi no existía. Él quería un heredero, pero, cuando Alice llegó a sus brazos no hubo nada que le importara menos. Alice se convirtió en la luz de sus ojos, en la alegría de sus días y no le importó mas nada. No le importó cuando su esposa lo abandonó aquella noche de Julio mientras Alice lloraba en la habitación.

Folklore [Taylor Swift songs]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora