TANTRA

791 74 37
                                    

TANTRA. 

Era una tarde nublada, pero con un clima ciertamente agradable en el que se podía disfrutar del té de la tarde al aire libre, y eso era lo que hacía el conde Phantomhive mientras no escuchaba lo que decía su mayordomo hasta que cierta frase llamó su atención.

-¿Sexo tantrico?-

-Asi es mi señor.-

-¿Qué es eso?- con un ademán le indicó al demonio que se siente a su lado.

-Una práctica de origen budista, aunque no necesariamente debe llegar al contacto sexual. Tratare de ser más claro mi señor. La conexión tantrica va más allá de lo carnal. Se busca unir el espíritu de manera muy íntima, a través de su energía.-

-No estás siendo precisamente claro Sebastián.-

-Será un tanto complicado explicarlo con palabras, será mejor con el ejemplo.-

-Mi alma te pertenece, aunque aún no se completa el contrato. No entiendo que podrías hacer para unirnos más.-

-Siempre hay una forma mi señor. - besa la frente del conde antes de empezar a juntar en el carrito todo lo que llevo para el té. -Me encargare de alistar todo para esta tarde.-

-No pienso dejar que me tengas atado otra vez, ya suficientes prácticas raras he experimentado desde que estoy contigo.-

-No haré nada de eso mi señor. Tan solo necesito alistar un lugar…- las palabras del demonio son interrumpidas por el ruido de una explosion en algún punto de la mansión. -..Tranquilo…-

-¿En esta mansión?- pregunta con una carcajada ante la expresión de auténtica ira del mayor. -Dudo que algún día pase, pero suerte con eso. - se levanta de su lugar y besa al azabache. -Estaré terminando mi trabajo, avisame si tu plan da resultado.- sin más se aleja dejando al demonio pensativo durante un par de segundos.

¿Un plan que dé resultado? 

Oh, por supuesto que lo tendrá y por supuesto que habrá de dar resultado.

¿Que seria del mayordomo de los Phantomhive si no pudiera hacer algo tan simple como mantener a los empleados a raya mientras le brinda un rato de exquisito placer a su amo?

....

¿Cuánto tiempo había pasado desde que decidió atrincherarse dentro de su oficina? 

Posiblemente unas 2 horas. tiempo suficiente como para que toda su concentración le abandone y ahora se encuentre más que ansioso de saber si al final su demonio/amante había podido mantener a raya a los demás sirvientes para sus planes o mejor aún… podría aprovecharse para burlarse un poco de su pobre persona… Esperando que fuera lo segundo.

Decidido a estirar un poco las piernas y de paso investigar, salió de su oficina sin encontrar nada fuera de lo usual, aunque si su casa ciertamente más silenciosa.

Camino entre los pasillos del lugar en busca del azabache o de alguno de sus empleados, pero no había rastro de ninguno, como si la tierra se los hubiera tragado, o el mismísimo demonio los hubiera llevado a las profundidades del infierno con tal de mantenerlos quietos al menos un par de horas.

-Justamente iba a buscarlo, mi señor.- habla el demonio parado al otro lado de la escalera principal llamando la atención del conde que lo mira con curiosidad. -Está todo listo para su baño.-

-Aún es temprano para eso, ni siquiera ha bajado el sol. ¿Y dónde están los guantes? Se ven tus uñas, alguien podría notarlo y armar un alboroto.-

-No tiene porque preocuparse por eso. Ahora estamos usted y yo solos.- camina hacia donde estaba el conde, al cual besa sin importarle estar en el centro de la escalera principal y que en caso de que alguien entre podría ver tal espectáculo. -¿Me cree?-

TANTRA Donde viven las historias. Descúbrelo ahora