Su respiración era pesada y entrecortada, de sus hermosos ojos salían lágrimas, su cuerpo temblaba, tenía miedo, mucho miedo. El chico frente a él le miraba fijamente con esos oscuros ojos, su mirada era dolida, triste y vacía, era escalofriante, entonces sonríe triste con lágrimas rodando por su rostro y un sonido se hace presente, el chico cae de rodillas aún con los ojos abiertos viéndole fijamente, un grito desgarrador le acompaña segundos después.
— ¡NOOOOO! ¡JUNGKOOK!
Entonces Jimin abre los ojos, su madre llegando hasta él preocupada, ha pasado ya un año y meses pero esa maldita pesadilla le persigue siempre todas las noches, es horrible porque se sigue sintiendo tan real como si lo viviera de nuevo, cada escalofrío, cada temblor en su cuerpo, cada lágrima, todo, todo se siente tan vivo, tan fresco, tan real, inclusive esos oscuros ojos negros vacíos que aquel día le miraban de esa manera tan escalofriante, siempre le persiguen, en cuanto sus ojos se cierran aquella mirada aparece, y Jimin no puede evitar sentir miedo e impotencia, justo como hace un año.
— Ya paso pequeño, todo esta bien.— Trata de calmarle sobando su espalda
— Todo fue mi culpa mamá.— Llora
— No bebe, no fue tu culpa, por favor deja de culparte.— Pide suplicante pero Jimin no podía dejar de hacerlo, fue su culpa, el fue la gota que resbaló el vaso. Todo era su culpa.
— Si yo no lo hubiese engañado, si tan solo hubiese sido sincero.... El estaría aquí, vivo.
— Deja de culparte Jimin, no ganas nada, ya lo hemos hablado.— Intenta reconfortar su madre.
Era cierto, millones de veces lo han hablado, todo el mundo le dice que no debe culparse, sus padres, su hermano, sus amigos, todos le dicen lo mismo pero ellos no lo entienden, Jimin pudo evitar ese trágico final y por eso se culpaba.
Hace un año:
Park Jimin y Jeon Jungkook eran novios, estaban enamorados perdidamente del otro, o eso era lo que le había echo creer al castaño.
— Lo siento Jungkook pero yo no te amo, por eso debemos terminar.— Confiesa
— Pero ¿Porque? ¿Que hice mal? Por favor dímelo y lo arreglaré, sea lo que sea lo cambiaré.— Le toma las manos y le mira con los ojos cristalinos
— No Jungkook, no hay nada que puedas hacer, lo siento en verdad.— Se suelta del agarre y se da la vuelta para irse pero Jungkook lo toma de la muñeca, Jimin pudo sentir como sus manos temblaban.
— Te lo suplico Jiminssi, porfavor no me dejes.— Pide llorando pero sus suplicas son totalmente ignoradas por el mayor quien se suelta del agarre y se aleja del lugar.
Jungkook llora, porque de nuevo estaría solo, porque Jimin ya no le amaba, pero no se daría por vencido así que la semana siguiente se la paso rogándole sin tener mucho éxito. Ideó un plan y a la hora del almuerzo llego al pelinegro con un hermoso ramo de rosas rojas y una gran sonrisa iluminando su rostro.
— Jiminssi, eres luz en mi vida, con tu carita es más bonito despertar, eres la brisa fresca, tu sonrisa me alimenta, se me acaban las palabras para escribirte poesía y sin tu amor yo me asfixio, eres mi aire, eres mi agua, eres mi vicio, tan sencillo y discreto eres perfecto para mí, hoy mi alma se viste de etiqueta para que tú vuelvas a mi. Quiero vigilar tus sueños, aliviar tus pesadillas, me convierto en lo que me pidas, en la tristeza yo te muestro la salida, sanaré tus heridas para que seas feliz, por favor Jiminssi vuelve a mí.— En cuanto el castaño termino de recitar lo que había preparado las risas burlonas no se hicieron esperar dejando en vergüenza a ambos chicos.
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Amargo | Kookmin O.S.|
RandomÉl sólo quería ser Feliz y amado, pero ellos decidieron juzgar, lo maltrataron e hicieron menos y ahora. Ahora él se vengaría. Aunque sus planes no salieron como él esperaba.