Jin Rulan era solo un niño que no sabia que hacer, estaba tosiendo flores desde hace meses.
¿Iba a morir acaso?
Estaba aterrado y su familia igual, no sabían que hacer.
|| Esta en edición y revisión hasta nuevo aviso
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
• • •
Jin Ling, miraba desde su cuarto en Gusu como la pareja Lan se besaba y rápidamente cerro la ventana en la cual se encontraba mirando el paisaje, en su mente solo cruzo una pregunta ¿¡Quién pensó que esto era una buena idea!?
Enojado tomó su taza de té, intentando relajarse, en el proceso no pudo evitar lanzarla del enojo con un berrinche digno de un niño, en eso entro su tío el cual le miro alzando su ceja al ver la taza hecha pedazos en el suelo.
— ¿Otra vez uno de tus berrinches? -Se sentó mirando al menor atentamente.
Sintió su pecho arder, ¿Un berrinche? Él estaba muriendo literalmente cada hora que pasaba en este lugar.
¿Por qué no lo entendían?
— No es un berrinche, ¿Te gustaría ver a la persona que te gusta con otro? y tener que estar preocupándote que cada vez que los veas la enfermedad avanza más, ¡No es justo! ¡Desde que llegamos le dijimos! ¡No es justo que solo yo sea el que sufra! Solo tengo que quince, no quiero morir.
Lágrimas empezaron a salir y era un milagro que no se haya atragantado con flores en el proceso, sentía como un nudo en su garganta se formaba, las lágrimas no paraban de salir mientras hipeaba mirando a su tío.
El de morado estaba en shock, no sabía que decir, se acercó a su sobrino y con las mangas le limpio las lágrimas abrazando al de marca bermellón.
— No quiero morir, sácame de aquí, no quiero, Jiu-Jiu... Te lo ruego.
Y se alejó del mayor para dar arcadas empezando a toser dejando salir los pétalos de crisantemos.
— A-Ling, debes operarte por favor, eres lo único que me queda, por favor, debes de hacerlo, no quiero perderte.
Si bien el joven no quería operarse, lo estaba empezando a plantear, no quería morir, tenía quince.
— Lo voy a pensar, por ahora iré a la biblioteca para poder leer, quieren ver si hay otra opción.
Se retiro de ahí casi corriendo, reduciendo la velocidad para que no lo regañaran.
Al entrar a la biblioteca ve a ambos Lan, de nuevo, ¿Por qué? Bueno está en Gusu no es como si pudiera evitarlos.
Sintió su pecho doler y como su estómago se retorcía, se acercó a los libros y saco varios alejándose de esos dos lo más que podía, hoy se suponía que llegaba su otro amigo Zizhen, alabado sean los dioses.
Mira de reojo como esos dos sin descaro alguno se mimaban.
Se tapó su boca y lágrimas salían de sus ojos, empezó a toser y de su boca salieron pétalo manchados con sangre.