Antes Me Rechazabas (Terminado)

capitulo 10

Capítulo dedicado a hernnadeznataliam, ella ganó en la dinámica que hicimos y eligió esta historia, así que tendremos una maratón de 4 capitulos🥰

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Krist
( Día de la boda)

- No me quemo Tay? - Estamos en un baño, pero en la tina no hay agua es lava.

- Eres un demonio, no te quemarás, además te hará bien, tu piel sera hermosa y tersa, entra - Asiento.

Me quito la bata quedando desnudo.

Me acerco y meto un pie en la lava, se siente espeso, no quema, al contrario es cálida.

Comienzo a meterme.

Aguanto la respiración y me hundo completamente.

Salgo y hago mi cabello para atrás.

- Ya ve a nosotros no nos quema - Asiento.

- Tay que es esta marca negra que tengo en mi costilla - Se pone nervioso.

- Marca de nacimiento, las del Amo son las rojas.. -

- Bien - Sigo Hundiéndome.

***

- Señor es hora de cambiarlo - Me levanto y me cubre con una bata negra.

Comenzamos a caminar a mi habitación.

Me seco y toco mi piel

Es sumamente suave, brillante, no tiene ninguna imperfección, manchas nada, solo mis marcas adornan mi piel.

Me ayuda a ponerme un pantalón hasta las rodillas color blanco con detalles dorados.

Un simple pedazo de tela blanca con decoraciones en color dorado, larga de unos 8 cm de grosor es para mi pecho.

Comienza desde mi cadera, pasa por mi pecho y cae en mi hombro derecho, lo amarra por detrás de mi espalda.

Me pone unas sandalias blancas.

Agarra collares de oro y me los pone, igualmente pulseras.

Una que otra pulsera estan en mi antebrazo.

Agarra un peine y comienza a desenredar mi cabello hasta la cintura.

Lo amarra en una coleta alta con una tipo pulsera con piedras preciosas.

Mete mi cabello en la pulsera, la va subiendo, hace presión y amarra mi cabello.

- Listo, solo falta esto - Me enseña un pequeño arete con con forma de dragón.

- Me lo pondrá? - Asiente.

- No dolerá - Siento como comienza a mover mi oído.

Después se aleja.

- Listo - Me miro en en espejo, mis labios con rosados, muy suaves y húmedos al tacto.

Mis mejillas están un poco más rojas que de costumbre.

Miro mi oído y en efecto ya tengo el arete.

- Ya esta, hay que irnos - Me levanto de la silla.

Veo como agarra un enorme pedazo de tela, la pone a la altura de mis ojos y comienza a acomodarla.

Parece una enorme capa blanca, por alguna razón puedo ver a través de la capa.

Me miro al espejo, estoy completamente cubierto, solo mis zapatos se ven.