Escenas Extra Contencion de amor : SCP: Secret Laboratory

Dos balas en la recamara

-Otra noche sin dormir, ¿no Ivno? -te pregunta en una voz grave tosiendo a tus espaldas, mientras se cerraba la puerta de la habitación.

Es tu hermano, Pyrus, tenía una cara demacrada, lo único que resaltaba de esa cara enferma era su cicatriz superficial de su ojo derecho más la otra que pasaba en diagonal por sus labios, sus ojeras solo habían aumentado más en estos tediosos días.

-¿Ya escuchaste las noticias?, viene otra oleada de furros. Dicen que esta es liderada por un Master Furry, que arrasó el campamento Delta. Nos ha llamado la comandante Katyusha Juárez para hablarnos del asunto. -exclama Pyrus.

-Oye, no se si es buena idea que vayas tú, ¿aún no han sanado tus heridas provocadas por uno de esos bichos, no? -pregunta Ivno.

-El médico me recetó unas pastillas analgesicas, y me recomendó tomarme un baño de desinfección, hoy acabe el tratamiento así que debería estar listo para algo de acción. Además no quiero quedarme en la retaguardia como un inútil, y rezagado como le pasó a Zlendy. -dice Pyrus.

-Hey, Zlendy da todo lo de sí para ayudar, mínimo no está en los campos de refugiados rascándose los cojones. -le respondes abriendo la puerta de la habitación.

Continuáis por el pasillo pasando al lado de Zlendy, un viejo soldado manco sin el brazo derecho que pasa la escoba por el pasillo con la otra, bastante habilidosamente.

-Buenas Zlendy. -exclamais a coro.

-Buenas hermanos Steel. ¿De misión otra vez? Os he dejado el equipamiento en la taquilla C5, la Vieja Luke para el aguerrido Pyrus, que por cierto modifique el cañon de la escopeta para recortarlo un poco mas como me pediste, ademas del mango desgastado de madera fue reemplazada por una nueva, y por ultimo las desert eagles .50AE duales de color negro para Ivno. -dice Zlendy.

-Creo que tengo una idea de ponerles de nombre. Ya que son un recuerdo de un viejo amigo... -respondes.

Zlendy te agarro con su único brazo y se te acercó al oído:

-He puesto algo especial, por favor usalo si estás en peligro.

-No tienes que ser tan amable, Zlendy además si descubren que das equipamiento extra estarás en problemas. -le contestas susurrando.

-Me arriesgo, si por mínimo sirve para algo. Además espero pagar la deuda que teníamos por cuando me salvaste aquel día, te he dado una pequeña bola de plata que es un amuleto aunque no creo que tenga mucha función. -dijo con su sonrisa ligeramente desdentada.

-Ivno, tenemos que irnos ya. -menciona Pyrus mientras se dirige por el pasillo directo saliendo hacia el cuartel.

Llegáis al cuartel aunque esta vez está lleno de alboroto y un ligero aire de pánico y prisa. La comandante Katyusha se os acerca rápidamente, era una soldado del ejército que ascendió rápido por sus méritos de líder y por tener una gran capacidad de mando (algunos rumores de la base decían que mató a 20 furros solo con una glock y diez balas, ella solía decir que tan solo usó cinco de las balas).

Irónicamente, cuando pensabas en sus logros te hacían recordar una persona imponente y peligrosa, que parecía en realidad una chica mona y linda.

Era bastante bajita, casi llegandote a los hombros, aunque siempre llevaba plataforma en base así que no sabías muy bien su altura real.

Su pelo rubio corto bajaba a sus hombros y aún siendo una mujer de 23 años seguía sin tener mucho pecho. Su cara tenía pinta de ser suave, con unos ojos marrones pequeños y una nariz igual de pequeña.