Butterfly ✧ taekook.

✧c.-13

Una de las cosas que TaeHyung más odiaba en el mundo era la chillante voz de HoSeok y Jin por las mañanas.  Bueno, más bien esas chillantes voces despertandolo.

Él aún seguía durmiendo, por Dios ¡era domingo! necesitaba dormir un poco luego de quedarse hasta tarde practicando una melodía que le quería mostrar a JungKook. 

—Anda levantate, Kim TaeHyung.

Dice Jin jalando de la sábana, descubriendo el cuerpo de TaeHyung quien pegó un pequeño chillido al sentir el frío de la habitación calarle los huesos.

—¡Hyung!.

Hace puchero y trata de cubrirse con sus manos.

—Ya levantate, Tae. Es hora del almuerzo.

Lo intenta Jin, pero TaeHyung ni hace el intento de levantarse.

—Hoy es día de pastel de chocolate.

Dice Hobi sabiendo que el pastel de chocolate es el favorito de TaeHyung pero este no muestra ninguna clase de entuciasmo.

—JungKook esta ayudando a Minnie a servir el pastel, pero supongo que no quieres ver lo adorable que luce con una camiseta sin mangas de color blanca junto con un short negro y un sombrerito negro.—Dice Jin con una sonrisa, sabía que eso funcionaría.

—¡¿Qué Kookie que?!.

Cuestionó Tae levantándose de la cama como si tuviera un palo en el culo (okay me pase XD).

—Lo que oiste.

—¿Quién me certifica que es verdad?.

Jin rueda los ojos y mira sus perfectas uñas por un momento.

—Nadie, así que puedes comprobarlo tú mismo.—Contesta simple SeokJin y HoSeok asiente.

—Por si deseas comprobarlo, te estaremos esperando en el comedor en la mesa de siempre.—dice Hobi saliendo de la habitación con SeokJin detrás de él.

TaeHyung muerde su labio inferior, ¿sería verdad o no? la curiosidad lo estaba carcomiendo, desde que conocía a JungKook nunca lo había visto de shorts y con una camiseta sin mangas, seguramente se miraba hermoso, como un ángel, a como siempre se veía.

Adiós domingo de pereza, se dijo a sí mismo. Abrió su armario y busco algo cómodo (hoy no usaban uniforme), lo tomó y se metió al baño, dándose la ducha más rápida de su vida, saliendo ya vestido del cuarto, se peino un poco los cabellos y salió de la habitación (bastante nervioso para que mentir) en dirección al comedor.

Se detuvo un momento por los jardines de camino al comedor y cortó un girasol, sintió su aroma por un momento mientras sonreía, JungKook le había comentado que los girasoles eran una de sus flores favoritas y justamente de esos habían muchísimos en el internado (pues era la flor favorita de su madre).

Caminó hasta el comedor y lo primero que su vista pudo captar fue a un JungKook tan hermoso como siempre luciendo como un ángel detrás del mostrador ayudando a Minnie a despachar las rebanadas de pastel de chocolate.

Inhalo el girasol antes de empezar a caminar hasta donde estaba JungKook con una enorme sonrisa.

Cuando estuvo a solo dos metros de donde JungKook pudo sentir el delicioso aroma del menor llegar a sus fosas nasales, vainilla con un toque de menta.

—Buenos días, Kookie.—saludó con una enorme sonrisa y JungKook sonrió de inmediato al escuchar la voz de Tae.

—¡Buenos días, Tae hyung!.—responde emocionado JungKook, rodea el mostrador con algo de dificultad para llegar hasta donde Tae y abrazarlo.