Avengers Age of Ultron: Darko's Cut

1. Un armadura que cubra mundo

El quinjet volaba sobre las costas cercanas a New York, mientras los Vengadores miraban monitores y conducían el Jet, Bruce escuchaba música clásica con los audífonos, tratando de cálmarse mientras llegaban a New York. Black Widow se acercó a Bruce y con cuidado le quitó los audífonos, para así hablar con el.

—¿Todo bien? ¿Cómo te sientes?— pregunto la pelirroja, mientras se sentaba a un lado de el

—Bueno... no lo sé en realidad, yo no estuve ahí ¿Hice mucho daño?— pregunto con una sonrisa que intentaba disfrazar su preocupación, a lo que Natasha sonrió, acarició con cuidado su mejilla y se giro

—¡Thor! Reporte de Hulk— ordenó con tacto Natasha

—La llegada de Hulk tuvo una gloriosa intervención en la misión adornada por los lamentos de sus víctimas desde Hel— Thor simplemente esbozo una sonrisa de orgullo mientras miraba a Bruce; a lo que el científico solo se llevó las manos a la cara con arrepentimiento, Natasha por su lado, lo miro con reproche, todo mientras el Capitán trataba de disimular su sonrisa con la respuesta de Thor —Pero eh... no son lamentos de muerte, son eh...— Thor busco la ayuda de sus compañeros con la mirada, pero al no recibirla, prosiguió —...son solo de heridos o gente cuyos tobillos se... tor... cieron...

—Bien hecho Beach Boy, ahora vamos a empacar esto...— interrumpió Tony, mientras metía el cetro de Loki en un estuche especial, con una tecnología como la que SHIELD y Hydra usaban para contenerlo.

—Dormiremos en paz ¿No?— decía Steve, acercándose a Tony

—New York, Torre de los Vengadores.

El quinjet de los Vengadores se estacionaba con lentitud al puerto en la antigua torre Stark, cerrándose la compuerta detrás del avión insignia de los Vengadores.

—¿Una buena noticia jefe?— decía Maria Hill, mientras llegaba con una tablet en la mano

—Tenemos el cetro, le ganamos al "último" batallón de Hydra y el halcón está herido— decía Tony, con una sonrisa en su rostro mientras que Natasha sacaba a Clint en una camilla

—¿¡Que le pasó a el!?— exclamaba Hill con preocupación

—Dos alterados y un búnker con lásers ¿Que tenemos sobre los alterados?— Steve descendió del quinjet y camino por el pasillo junto a Hill

—Son gemelos, Pietro y Wanda Maximoff; y no son alterados Steve, son mutantes, dados en adopción por alguien desconocido y criados en Sokovia por una pareja amable, ambos padres adoptivos murieron en un ataque militar hace años— Hill simplemente se sintio en la necesidad de seguir buscando información al sentir la mirada fija del Capitán —El tiene hiper velocidad celular activa en cada parte de su cuerpo, incluida mental y ella tiene capacidades de telekinesis, telepatía, empatía psico-biologica y unas más desconocidas...

—¿Ajá?— pregunto el Capitán, intentando disfrazar su incomprensión

—Eh... el es muy rápido y ella es muy rara— Hill simplemente vio a Steve entrar al elevador y tocar un par de botones dentro —Estaban siendo estudiados para crear soldados en esa guerra civil en Sokovia.

—Claro, qué clase de monstruo permitiría que hicieran experimentos con el, por el bien de su nación— dijo Steve con una sonrisa

—Ya no estamos en guerra Capitán— sentenció sonriente Hill

—¿Y yo sí?— respondió finalmente el Capitán, mientras que las puertas de cerraban entre ellos

Clint fue puesto en una camilla por una doctora y sus asistentes, todos nacionalidad coreana. Mientras ellos discutían con rapidez en su lengua madre, Nat y Clint compartían miradas de confusión, incluso pensando que a pesar de que hablaran en español, sería difícil entenderles; la doctora lo acercó a una máquina con el nombre ARCA tallado en ella.