TIC, TAC, TOC.

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Sentado en su sillón de terciopelo azul, el hombre consume despacio, disfrutando más de lo esperado su último cigarrillo. Aspira el gris humo con tranquilidad; poco a poco lo va dejando entrar en sus pulmones para luego verlo escaparse acompasadamente por entre sus labios. Le fascina ese ritual de fumar en plena oscuridad, mientras observa como el tenue color rojizo va asesinando al blanco papel  de seda que cubre uniformemente al tabaco enrollado. Se va consumiendo, mutando en un color grisáceo y la forma suave y redondeada se convierte en motas oscuras que indefectiblemente irán a parar a aquél cenicero de mármol blanco, semejante a los dientes del hombre que asoman tras su mueca de desilusión al dar la última pitada, la seca final que significa la muerte de ése último cigarrillo.

Mientras tanto, el cenicero tímidamente asentado en la oscura mesita de luz y ya lleno de viejas cenizas y colillas amarillentas, reclama el cadáver de ése último Marlboro excesivamente largo. Disfrutando de la oscuridad y del silencio absoluto que no dejan espacio a nada más que a ese denso olor a tabaco, el hombre, ya resignado, mueve lentamente su mano, tanteando la mesita en búsqueda del cenicero. El contacto de sus dedos con el frío mármol le revela su ubicación y, como en un ritual silencioso y profano, deja caer sin ningún tipo de arrepentimiento la colilla del cigarrillo junto a las demás que hacía tiempo reposaban, cabeza arriba, en aquél cementerio blanco.

El hombre ya cansado, se levanta, toma con sus manos el círculo de mármol y con lentitud se dirige hacia el viejo y desvencijado basurero de plata que descansa en una esquina de la habitación. Poco a poco deja caer las cenizas y las colillas en el frío latón. Luego, como si ya tuviera todo premeditado, enciende la lamparita que reposa en la mesita de luz, apuñalando a la oscuridad en mil direcciones distintas y nuevamente toma asiento. Con un movimiento sutil deja caer el cenicero ya vacío sobre la mesita de madera. “Toc”. Apenas un ruidito inaudible en medio de la oscuridad y del silencio.

Se arrellana en el sillón de terciopelo azul y toma un viejo libro dejado a la mitad. Con parsimonia y con esa tranquilidad que le da el saber que “dispone de suficiente tiempo” quita el separador y comienza a pasear sus ojos por las letras, tejiendo palabras y frases y párrafos; la historia va tomando forma en su cabeza, las imágenes le aparecen nítidas, los personajes lo acompañan, están a su lado. Así, se va dejando caer en ese mundo imaginario que el autor desconocido le propone.

Entretanto, el ruidito Toc nace y comienza a descubrir ese nuevo mundo que por azar y conjunción del mármol con la madera le ha sido puesto a su disposición.

Es pequeño, tan pequeño es Toc que el hombre no lo percibe. Pero él está ahí, deseoso de ser escuchado. Enojado ante la indiferencia dolorosa del hombre (y tal vez porque es un tanto curioso), nuestro pequeño Toc decide emprender un viaje y salir en busca de otros como él, otros que lo entiendan, y que lo escuchen.

Dando pasitos cortos, pues son tan cortas sus piernitas, Toc se dirige hacia la entrada de la habitación donde encuentra unas escaleras largas y profundas. Paulatinamente y con un poco de miedo comienza a descender por ellas, escalón por escalón, peldaño por peldaño, hacia esa masa de oscuridad que apenas alcanza a distinguir con sus pequeños ojitos. Es una tarea difícil y penosa para Toc, ya que siendo él tan chiquito como la pestaña de un ratón, esas escaleras cubiertas por la roja alfombra inglesa, le resultan excesivamente altas. Sin embargo, él continúa. 

Una vez que baja el último escalón, Toc se encuentra con un paisaje inesperado que lo deja tristemente plantado en el piso. La oscuridad lo rodea todo. Asustado y profundamente desilusionado, el ruidito se plantea regresar donde el hombre y el sillón y la mesita y el cenicero. Pero no, él es un ruidito muy curioso y no será tan fácil que vuelva sus pasos atrás. Quiere descubrir, alcanzar todos los rincones de ese sitio desconocido para él. Luego de pensárselo unos instantes, decide continuar investigando.

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⏰ Última actualización: Jan 14, 2015 ⏰

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