Trigésimo segundo mensaje

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🔉 📶 97%🔋5:28 PM

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HyungSeo-ssi

•Llego un poco
más tarde.|17:28
•Perdón.|17:28
•¿Ya estás allí?|17:28

17:29|•No te preocupes,
aún no llego.

•Avísame dónde estarás.|17:29

17:29|•Está bien.
17:44|•Llegué, estoy en la
banca frente al gran árbol.
17:52|•Oye, trae un paraguas
contigo, este clima no
me está gustando mucho.
18:09|•¿Te falta mucho?
18:11|•Esto debe ser
una broma.
18:11|•Está comenzando
a llover.
18:23|•¿Dónde estás?
18:25|•Moon.

[...]

Miró nuevamente la conversación con la esperanza de haber recibido algún mensaje pero no, su barra de notificaciones estaba tan limpia como hace aproximadamente unos cuarenta minutos. La lluvia no había cesado desde ese entonces y él había encontrado refugio debajo de un techo de una tienda.

Maldecía al Kim SunWoo de hace unas horas que no fue capaz de mirar el pronóstico de ese día y tampoco de haber llevado un mejor abrigo, a pesar de que estaban comenzando la primavera lo cierto fue que el clima todavía no era muy caluroso y la lluvia ocasionó que disminuyera unos pocos grados.

Las gotas se estrellaban incesablemente sobre el suelo y pensó en Kevin, se preguntaba dónde estaba y si estaba bien, esperaba que la lluvia no lo hubiera alcanzado por el camino, sería un fastidio si se llegara a enfermar en el intento de su primera cita.

[...]

18:38|•Vuelve a tu casa y
dejemos para otro día, la
lluvia no va a parar pronto.
18:38|•Avísame cuando
llegues a casa.

[...]

Se encaminó a su casa, no le veía el sentido seguir allí rogando a que la lluvia parase, esperaba que Kevin hiciera lo mismo. Se detuvo en una esquina hasta que el semáforo diera la luz verde antes de cruzar corriendo la calle. Fue después de llegar al otro lado y refugiarse bajo otro techo que escuchó algo.

-¡SunWoo! -giró a su derecha y vio la fuente de la voz que se dirigía corriendo hacia él.

-¿Kevin? -Preguntó acercándose- ¿Qué te sucedió? ¿Por qué estás mojado?

Kevin trataba de hablar mientras intentaba recuperar el aliento, estaba completamente empapado y... ¿era su imaginación o estaba a punto de llorar? Pero no solo eso, también notó que su campera cubría una caja.

-¿Qué hay allí dentro? -Preguntó claramente curioso, mucho más viendo como el chico abrazaba la caja como si su vida dependiera de ello.

-De camino tuve un problema y yo...

Un maullido lo interrumpió y ambos miraron a la caja. De pronto, el estado agitado y los ojos llorosos de Kevin tuvieron sentido cuando lo recordó.

-¡Idiota, eres alérgico a los gatos! -gritó preocupado.

-¡Ya lo sé! Pero no podía dejarlos solos cuando... ¿dónde vamos?

-A mi apartamento, estás mojado y solo te enfermarás si seguimos aquí -contestó guiando el camino antes de detenerse para quitarse el abrigo -. Ten, primero ponte esto y yo llevaré la caja.

-¿Tú no tendrás frío?

-No hace frío.

No tardaron mucho en llegar al apartamento de SunWoo en donde el dueño del lugar le ofreció una toalla y ropas para que se cambiara mientras el mismo secaba su ropa. Ya una vez tranquilos, se acercaron a la pequeña sala donde estaba la caja. Kevin la abrió y SunWoo quedó más asombrado que antes.

No era solo uno, eran cinco gatitos que estaban dentro de la caja.

-¿Puedo preguntar qué hacías en un día lluvioso con cinco gatos en una caja?

-¿Recuerdas aquella vez cuando de camino a la universidad me topé con un gato y lo acaricié?

-Sí.

Los gatitos empezaron a salir de la caja, eran muy pequeños, tanto que eran capaz de sostenerlo con una sola mano. Hubo uno que llamó su atención y fue el que subió a su regazo para volver a dormir, este en particular era el más pequeño de la camada, con manchas marrones y negras que cubrían su pelaje blanco.

-Era la madre de los gatitos y fue atropellada -soltó de repente como un baldazo de agua fría-, no podía dejarlos ahí mucho menos cuando empezó la lluvia, por eso tomé una caja de la basura y los metí dentro.

Se mantuvieron sentados en el piso en silencio, SunWoo maldijo por lo bajo, no solo el intento de cita fue un fracaso rotundo sino que ahora se venía a enterar de esto. Miró a los gatitos y una amargura lo inundó al saber que ya no tenían madre, pudo hacerse la idea de la tristeza que sentía Kevin con solo mirarlo.

-¿Qué piensas hacer con ellos? -se atrevió a preguntar.

-No tengo idea -contestó Kevin mientras dos de ellos mordían su mano al jugar.

-Si te parece bien puedo decírselo a HakNyeon, su hermana y él son estudiantes de veterinaria, sabrán cuidarlos y encontrarles un hogar.

-No lo sé -a pesar de que su propuesta era más que sensata Kevin no parecía muy a gusto, era obvio que no quería dejarlos a su suerte otra vez.

-Kevin, entiendo que quieras llevártelos, pero también debes entender que en los dormitorios no permiten animales y eres alérgico a ellos.

Luego de debatirse internamente Kevin asintió con tristeza, tenía razón después de todo, no podría mantener a cinco gatos en un dormitorio y mucho menos él siendo alérgico.

-Si lo que te preocupa es si encontrarán a los dueños indicados, no te preocupes, HakNyeon es extremadamente minucioso en ese sentido -lo tranquilizó SunWoo-. No se lo entregará a cualquiera y me mantendrá al tanto.

Escuchar eso lo relajó bastante. Pasaron la tarde hablando y riendo, ocasionalmente miraban una película pero no prestaban tanta atención causando que al final no entendieran lo que pasó. SunWoo había preparado un bocadillo, se disculpó por ser algo simple ya que usualmente comía fuera y no esperaba que alguien viniera a su casa ese día. A pesar de que decía que era algo soso, para Kevin parecía todo lo contrario, ahora entendía mejor porqué era el cocinero principal en donde trabajaba, merecía darse un poco más de crédito.

-El que duerme se parece a ti -señaló al gatito que nuevamente se durmió en las piernas del más joven.

-Y el que molesta a ti -remató viendo al gatito que no dejaba a los otros descansar.

Vio como el gato más activo se acercó a SunWoo para jugar con los cordones de su zapatilla, intentó que no lo mordiera pero le era inevitable, el minino era demasiado tierno como para ahuyentarlo. Kevin también sonrió con ternura cuando los gatitos comenzaron asaltar a SunWoo y él solo se reía alegremente, la vista fue tan cálida para su corazón.

Nunca hubiera imaginado que en su primera cita estaría rodeado de gatos y la persona que amaba.

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Text | ˢᵘᶰᵐᵒᵒᶰDonde viven las historias. Descúbrelo ahora