Único.

2.6K 235 82
                                    

Una pelirroja se hallaba camiando distraida por la extensa playa, desorientada, se habia perdido y no sabía por donde ir para llegar a su hotel, molesta es como se hallaba, ella sabia que era despistada y más cuando se trataba de ubicarse para ir a un lugar, a lo lejos observó a un chico caminar con la vista fija en el mar, frunciendo el ceño lo miró tomar asiento en la arena sin importarle que el agua mojaba sus zapatos, tan solo estaba ahí, la pelirroja no le dió más vueltas al asunto y se dirigió hacia el pelinegro, ella necesitaba ayuda y no dudaria en pedirla, no pensaba quedarse toda la noche en esa playa, claro que no, ya estaba oscureciendo y necesitaba regresar a su hotel.

- Hola- la pelirroja intentó sonreir pero una mueca fue lo que logró, el pelinegro la miró y al contrario de la pelirroja este si le sonrió, pero era una sonrisa que no llegaba a sus ojos.

La pelirroja quedó anonada mirando al chico delante suyo, era guapo y poseía unos ojos color esmeraldas, su piel no era ni tan blancha ni tan obscura, era un termino medio, moreno.

-¿Te puedo ayudar en algo?- la pelirroja salió de su ensoñación ante la voz firme con un toque de amabilidad del moreno delante suyo.

- Te parecera tonto, pero me he perdido y no veo nada mas que arena y agua, quiero regresar a mi hotel pero no se que camino tomar para llegar a la ciudad que esta cerca de aquí.

- Si gustas te puedo llevar, mi auto no se encuentra lejos de aqui, tampoco la ciudad pero se llega más rápido en movilidad.- ofreció el pelinegro se levantó y nuevamente le sonrió a la chica que lo miraba con las mejillas sonrosadas.

- No quiero ser una molestia.

- Tranquila, no serás ninguna molestia, estaba por irme de todas formas y llevarte no me cuesta nada.

- Bueno, si insistes- el pelinegro soltó una carcajada contagiando a la pelirroja, ambos comenzaron a caminar en silencia hasta el auto del pelinegro.

- Por cierto, me llamo Harry.

- Mucho gusto Harry, me llamo Ginny.

Ambos estrecharon sus manos con una sonrisa y comenzaron una charla tranquila mientras caminaban.

♡♥♡♥♡♥♡♥♡♥♡♥♡♥♡

Desde aquella vez que se conocieron en aquella playa se habian vuelto a ver por casualidad unas dos veces y en la tercera Harry la habia invitado a pasear e ir a comer a algun restaurante, Ginny muy feliz habia aceptado y desde esa vez todo habia empezado, se volvieron cercanos y cuando llegó el momento para que Ginny volviera a su ciudad natal fue cuando Harry le pidió que fuera su novia, lo cual Ginny aceptó contenta, ambos dejaron esa playa, regresando a la ciudad natal, comenzando su romance en ahí, siendo testigos tanto de momentos romanticos como de peleas, los meses pasaron y luego se volvieron años, tres años de relación donde habian superado muchas cosas juntas, fue una tarde de verano cuando Harry la llevó nuevamente a aquella playa donde se conocieron y fue en aquel lugar donde le pidió matrimonio, haciendo muy feliz a Ginny, encerrandola en una burbuja de felicidad, la noticia de su compromiso alegró a sus familias y amigos, quienes viajaron a aquella playa para organizar una fiesta en honor al compromiso, fiesta donde comenzó todo.

Fue en la misma fiesta de su compromiso, en aquel bar cerca de la playa donde Harry conoció al que más allá seria su perdición, aquel rubio de piel tan blanca como la leche, estaba acompañado de sus amigos, reian y bailaban, supo que habia caido cuando sus ojos se encontraron, esmeraldas contra lunas, porque aquellos ojos eran tan grises y brillantes como la luna, simplemente hermoso, sintió una corriente electrica recorrerle el cuerpo entero y supo que aquel rubio tambien lo habia sentido cuando este le sonrió coquetamente pese a tener la mirada nerviosa.

Sodio🌈Harco.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora