Prólogo

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-Ponte falda ahora po, fleto culiao -le gritó uno de sus compañeros.

-Un año más y sería todo... -murmuró apretando su mochila con furia.

Y era verdad, un año más y no vería jamás a sus compañeros. Probablemente entraría a una buena universidad, a una buena carrera, de seguro se iría del país para internacionalizarse. Aún no sabía que hacer exactamente, pero de que iba a ser exitoso lo sería. Estaba escrito en su futuro.

Sin embargo, para llegar a ese nirvana tendría que atravesar distintos obstáculos, dos de ellos -y por ende, los más difíciles- era sobrevivir 4to medio y sobrevivir al bullying luego de haber salido del closet.

En 2do medio Park Jimin decidió salir del closet, no le costó para nada hacerlo. Bastó con el apoyo de su padre y el de sus amigos en aquel entonces. No obstante, desde aquella ocasión su vida escolar se convirtió un tanto tormentosa con los tipos comentarios homofóbicos por parte de sus compañeros y hasta algunos funcionarios.

Pero ya es otro año, se daba ánimos diciendo que sería mucho mejor que los anteriores porque sería el último. Que haría más amigos y su vida cambiaría.

-¡Park Jimin! -le llamó la atención un inspector- ¿Se puede saber por qué tiene las uñas pintadas? Eso va contra las reglas... aparte eso es para las mujeres. Tampoco puede venir con el pelo de color fantasía como el que tiene ahora, ese rubio oxigenado. Está en el reglamento.

Bueno, hay cosas que nunca cambiarán. Un ejemplo de eso era el problema de Jimin contra el reglamento del colegio y que siempre los inspectores se lo recalcaban.

-Le ponen más color y a las cabras que vienen todas pintadas mostrando casi la raja no les dice nada -alegó Jimin llamando la atención a más de uno de los estudiantes que pasaba por ahí.

-Al menos son mujeres, tienen todo el derecho para andar pintadas si quieren -se metió una tercera voz- no como ciertos hombres.

De todos los alumnos que se detuvieron a escuchar los alegatos de Jimin, uno en especial se hizo presente para dar a conocer su opinión. No era ni más ni menos que Jeon Jungkook.

Para todos en el colegio ambos individuos simbolizaban un par de alumnos más sin relación alguna, a lo más la de bully por parte de Jungkook y de víctima por Jimin.

No obstante, lo que no sabían es que entre ambos hubo una historia. No amorosa, pero si de amistad que parecía ser durarera.

-No te metai donde no te llaman, yuncaca -dijo el pelirrubio.

-Pa que andai hablando a todo hocico, mariconcito -le contestó el narigón pasando junto a él empujandolo con el hombro.

De seguro se preguntarán que ocurrió entre ambos para que aquella relación de amistad terminara en comentarios desagradables y un ambiente de tensión.

Fácil.

No puedes combinar a alguien tan libre con otro atrapado en la aún existente masculinidad frágil.

***
ya que me borraron el wena inspe y el waxo xico me vi en la obligación de escribir otra cosita la cual espero que les guste y le den apoyo <33

Síndrome Pataki ;kookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora