Introducción

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Y ahí estábamos, en el mismo motel, en donde nos veíamos cada viernes… siempre a la misma hora, Con la misma alegría de siempre, Dispuestos a entregarnos en cuerpo como siempre, así creía que el siempre seria mío, y que tuviese novia no importaba… teníamos ya mucho haciendo esto cada viernes, y estaba contenta que hoy quisiera hacerlo diferente…

-Y bien, ¿estás lista?-pregunto tomando de mi mano

-sabes que siempre estoy lista para ti-dije sonriente, algo me decía que hoy sería diferente.

-pues vallamos al cuarto que nos espera un largo momento TU y YO- nos dirigimos al cuarto numero 234, y en cuanto entramos solo fueron besos y caricias, dichosas de increíble velada que tendríamos. No esperaba más de Él, aparte de ser mi mejor amigo, era mi confidente y de quien yo estaba perdidamente enamorada, hoy era diferente podía creerlo con todo mi ser, lo hacía con mas delicadeza y era más romántico que otras veces, ¿Qué hacia esta noche tan especial? Beso mi mejilla y me dijo al oído cuanto me quería, beso mi hombro y dijo “siempre estaremos juntos”, Él era tan diferente, y después de tanto romanticismo llego el momento, Él fue la bestia que me encantaba en la cama, lo que me volvía loca, lo que quería, Era más de lo que la noche nos esperaba, el lo hacía con amor y lujuria, y ya no era tan sensible.

Al fin había terminado todo y me llevaría a casa como todos los días que veníamos junto, el abotonaba su camisa y por encima de su hombro me miro y sonrío, se acerco y me beso, esperaba un “fue el más grandioso día” ó “este polvo fue extraordinario” pero no fue así, agacho su cabeza y de sus labios salió un ¡“ME VOY A CASAR”!

un nuevo comienzo a mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora