—April, creo que es una mala idea, ¿No deberíamos esperar a los chicos?—Tenía frío, me dolían los pies, y tenía mucho sueño.
—Emma, deja de ser tan miedosa, estás conmigo, nada malo te va a pasar—.
—April es más de media noche, estamos solas, con vestidos extravagantes, o bueno eso creó, y puede haber personas malas o señores o niños con hambre durmiendo en la acera ¡Y yo no los podré ver y ayudar!—.
Ella hace un sonido con sus labios.
Lo hace cada vez que se equivoca.
—Olvidaba que no eres miedosa, eres tan solidaria, ¡tanto que le diste tu casa una vez a un ancianito de la calle!—. En mi defensa eso solo sucedió una vez.
—Eso solo fue una vez y fue por dos días...—
Mis palabras fueron interrumpidas por un (arriba las manos).
—Vaya, vaya, ¿A quien tenemos aquí?—Siento la mano de April tomar la mía fuertemente.
—¿Oye Emma ahora sí no tienes miedo?—Ella susurró a mi lado.
No, no lo tenía, ¿Quién le iba a tener miedo a una voz que aceleró mi corazón por lo increíble y hermosa que era?.
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Abre los ojos✓
Teen FictionFiesta de graduación. ¡La noche perfecta! El traje perfecto, vestido perfecto. ¿Qué podría salir mal?