Eres mía, mía, mía.
-¿Por qué eres tan agradable conmigo?
-Por que eres la persona mas rara y maravillosa que e conocido.
Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, comenzaré a ser feliz desde las tres.
Las cosas no están yendo bien, pero yo no pierdo la esperanza.
Odio haber creído que tú eras diferente.
Y otra vez se durmió, derramando lagrimas sobre la almohada y guardando penas en el corazón.
-solo aléjate de mi vida.
-¡PERO NI SIQUIERA ESTÁS VIVA!
¿Por qué, a pesar de todo el daño que te a hecho lo amas tan ciegamente?
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.
Al principio me dieron muchas ganas de llorar. Se me pasaron y me entraron las mismas ganas pero ya de que lloraras tú.
