¡Sorpresa!

520 47 52
                                    

Sólo quiero decir…
¡Feliz cumpleaños, Shu! (≧▽≦)
(Ya era hora de que escribiera este especial ಡ ͜ ʖ ಡ)

-------------------------------------------------------------------------

—lo siento cariño…—habló la mujer atravéz de la vía telefónica. Por su tono se podría deducir perfectamente la culpa y cierta tristeza.

El niño negó con la cabeza, lo cual era muy estúpido, golpeándose mentalmente por eso. Su madre no podía verle, ¿En qué estaba pensando?

—no, está bien—respondió sonando lo más comprensivo que pudo. Después de practicar todos esos años ya no era tan difícil hacerlo.

—sabes que nos gustaría mucho estar allá—siguió ella, escuchándose un par de voces adicionales de su lado de la línea.

Hubiera preferido que se mantuviera callada, así, esas horribles sensaciones no volverían a alojar en su interior. Así, tal vez ni siquiera resultaría complicado aceptarlo y hacer como si nada ocurriese.

Otra vez.

—si…—se limitó a decir, queriendo colgar. Sería muy grosero de su parte y podría arriesgarse a recibir un severo regaño de su madre, pero estaba tentado en hacerlo, sólo un movimiento lo separaban de él y el aparato que sostenía el teléfono. Intentó permanecer en el teléfono un poco más, parpadeando rápido, permitiéndole al aire refrescar sus ojos y secar los indicios de lágrimas.

—lo siento, Shu—repitió su madre siendo interrumpida antes de que fuera a decirle lo que ya sabía.

Lo que escuchaba cada año a la llegada de aquella fecha.

—no importa. Deberías volver a trabajar, yo estaré bien—insistió él, esperando la hora en que esa llamada se terminará.

—si, tienes razón—por algo era su madre, pudo reconocer la urgencia en su voz y sólo soltó un suspiro para despedirse de su hijo. De todos modos las personas a su lado no dejaban de insistir en que terminara aquellas facturas—. Nos vemos pronto, cuídate y… feliz cumpleaños, cariño…—dudó un poco su última frase.

—"ojala"—pensó irónicamente, pero evitó decirlo y dió por finalizado aquel encuentro, dejando el teléfono en su lugar de nuevo.

Suspiró mostrando un pequeño alivio, aunque esté salía tambaleante gracias al nudo que apretaba su garganta. La sensación de dolor quemaba su interior pero no debería estar presente en él, según dicen. No tiene porqué llorar en un día tan especial como ese que según el calendario colgado a su derecha marcaba 23 de Septiembre, sin embargo era una reacción involuntaria y necesitaba desahogarse.

Sentir las primeras lágrimas atravesar sus mejillas con un paso lento pero constante, le hizo regresar a la realidad y limpiar estás con la manga de su suéter de una forma un tanto brusca.

A pesar de eso, lo que menos quería era mostrarse débil o perder el tiempo llorando; no iba a solucionar su problema, no traería a sus padres del trabajo, tampoco haría aparecer un pequeño pastel en la mesa, regalos o al menos un cartel con su nombre y las reconfortantes y gloriosas palabras: "feliz cumpleaños" inscrito en el.

Además de la llamada de sus padres no había recibido nada más. Tenía lógica; no sabía si alguien más tenía idea de que ese día culminaba un año más de su crecimiento y según las tradiciones debía celebrarse, tampoco estaba seguro si sus amigos estaban libres como para llamarles y recibir su agradable compañía.

Teniendo esto en mente, se limitó a tratar de calmarse y seguir con la rutina como pan de cada día, sin nada nuevo que agregar, ni siquiera por ser una fecha especial, al menos para él.

𝐂𝐮𝐞𝐧𝐭𝐚𝐦𝐞 𝐮𝐧𝐚 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚 [one shots/Shalt]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora