Baby [MARKNO]

🌈Baby🌈

mencionados: nutriaa

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Se dice que los niños hacen que demos lo mejor de nosotros mismos y es cierto, los niños pueden hacer que seamos mejores personas.
Tener un niño es como estar en un carrusel, hay subidas y bajadas o al menos eso piensa Jeno.

Aún recuerda los tiempos que se su madre le dijo que tenía la capacidad de concebir, recuerda como lloraba esa noche, el saber que era fértil le cayó como un balde de agua helada, él no quería dar a luz, pero incluso negándose a esa idea término aceptándolo poco a poco.

Todo cambio desde perspectiva, cuando empezó a trabajar en el hospital como doctor, veía como un considerable porcentaje de varones tenían la barriga abultada en la espera de un bebé.

Le hacía preguntarse, ¿cómo sería tener un bebé?, siempre se veía contagiado por una inexplicable alegría al ver como sus pacientes estaban felices por la espera de un bebé.

Hasta que sin saber ¿cómo o por qué?, deseo tener un bebé, Jeno quería tener un bebé, tenía una gran curiosidad por saber cómo se sentiría acariciar su barriga sí estuviera preñado o sentir las pataditas de su bebé.

Jeno mira su sortija de matrimonio en su dedo anular y piensa en su esposo Mark, si bien, el tema de tener un bebé nunca había llegado, Jeno había evitado ese tema a toda costa desde que conoció a Mark.

Recuerda el día que conoció a Mark, antes de terminar sus estudios para ser doctor trabajo como camarero en un restaurante de comida rápida, ese día Mark solo pido una gaseosa, le dijo que sus ojos sonrientes son lo más hermoso que ha visto y le pidió su número telefónico. Le fue imposible no enamorarse de Lee Mark.

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Era las 07:23 a.m., Mark y Jeno desayunaban en tranquilidad, hasta que el menor decidió sentarse en las piernas torneadas de Mark.

—MinHyung — susurró Jeno al oído de Mark, ambos se estremecieron y la cadera de Jeno hizo círculos sobre la pelvis de Mark.

—Dime Jen.

—Yo. . .

El sonido que emitía el celular de Mark hizo que Jeno olvidará sus palabras, su pálida mano agarró el celular de Mark y se lo paso a éste.

Jeno se levantó de las piernas de Mark y prefirió terminar su desayuno para después ir a trabajar. Tal vez aún no era el momento de hablar con Mark sobre el tema del bebé.

Y parecía que el mundo conspiraba en su contra, el trabajo aumento y sus largas jornadas evitaban que hablara mucho con Mark, llegaba tan cansado a casa que cuando su cuerpo llegaba a su cómoda cama caía en un profundo sueño.

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Estaba irritado, mucho, demasiado, sentía ansiedad y unas enormes ganas de golpearse contra la pared.

Había despertado hace apenas cinco  minutos, giró su rostro hacía la izquierda y sus ojos miraron el rostro de su perfecto esposo, sonrió por tener a tan cautivador hombre en su cama.

Acercó sus manos al rostro de Mark, las yemas de sus dedos acariciaban desde la nariz hasta los labios delgados y pequeños de Mark, con el intento de despertar a su azabache esposo, si no podía hablar con él por las mañanas lo intentaría esta misma noche.