Akame GA KILL: Espíritu De Venganza

01. Mata a los visitantes.

Tras haber aceptado la oferta de Night Raid para unirse al equipo, el motorista llevó a la mujer del parche en su moto, mientras que el tipo de armadura se desplazaba volando y la chica rubia iba saltando y columpiándose por los árboles. El motorista siguió el camino que la mujer del parche le indicó, fue entonces que se encontró con una gran edificación escondida entre el bosque y las montañas.

-¿Es aquí?

-Sí. Es aquí. El cuartel de Night Raid y por lo tanto tu nuevo hogar.- la mujer de parche le respondió al motorista.

-Más les vale que no sea una trampa, porque de ser así están todos en el infierno.

-No lo es.

-Confiaré en ti, Nicky Fury.

El sujeto de la armadura le dio un golpe el la cabeza al motorista.

-¡Au!

-Tal vez apenas te hayas unido a Night Raid, pero tienes que aprender a respetar a tus superiores. Para ti ella es La Jefa.

-Gracias, Bulat.- La Jefa le agradeció al sujeto de la armadura.

-Ah…mis superiores. Sabes, me trajiste recuerdos de hace mucho, mucho tiempo.

El motorista volvió la vista al frente y al acercarse más a dicho cuartel detuvo su moto.

-Bueno, ya pueden bajar. Por cierto, ¿solo son ustedes tres o tienen a más gente ahí dentro?

-Night Raid es más que solo nosotros tres. Ahora es tarde y no estamos en nuestro mejor momento. Mañana por la mañana conocerás al resto del equipo, pero mientras, Leone te llevará a tu habitación.-la mujer de parche le respondió al motorista.

-Supongo que Leone es la furr..

-Sí, sí. Soy la de orejas y cola de gato.- la chica rubia bajó de la moto y caminó hacia el interior de la edificación.- Sígueme, anciano. No tenemos todo el día.

El motorista bajó de la moto y siguió a Leone. Tuvieron que subir varios pisos del edificio hasta que por fin se consiguieron con la que desde ese día y hasta la destrucción del cuartel de Night Raid sería la habitación del motorista.

-Bueno, bienvenido a Night Raid.- Leone dijo con una sonrisa en su rostro al abrir la puerta de la habitación.

-Se ve acogedor...al menos más que el último lugar en donde viví.

-Haré como que no escuché eso. Todos hemos sufrido por mucho en Night Raid, anciano. Disfruta de lo que tienes.

-Claro…por cierto, puedes dejar de llamarme anciano y decirme Frank, furra.- el motorista dijo en un tono burlesco mientras se adentraba a su habitación y la inspeccionaba de pared en pared.

-Entiendo. Descansa, que mañana será tu primer día y a nadie le gusta faltar a su primer día de trabajo, ¿o sí, anciano?

-Hm…me agradas, furra.

-Hasta mañana.

Leone cerró la puerta del cuarto de Frank y luego se dirigió al suyo para descansar. Por su parte, Frank se sentó en la cama y miró hacia la ventana, después de reflexionar por unos minutos, se acostó y cerró los ojos. No es que en su estado de heraldo infernal necesitase dormir ni mucho menos, pero hacía tiempo que no tenía la oportunidad de hacerlo apropiadamente y no iba a desaprovecharla.

Pasaron al rededor de cinco horas, sin duda las cinco horas más disfrutables para la vida de Frank en millones de años. Abrió los ojos lentamente solo para cerrarlos de nuevo al darse cuenta que un rayo de luz de sol estaba golpeando directamente a sus ojos, se dio media vuelta y luego se sentó en la cama para darse un breve respiro y en eso pudo sentir como un exquisito olor invadía su nariz. Nuevamente no es que tuviese necesidad de perseguir ese olor con su nariz hasta dar con la fuente de este y devorarla, pero si tenía la oportunidad de disfrutar de una buena comida claro que no iba a desperdiciarla.