INTRODUCCIÓN
L
a flexibilidad mental es mucho más que una habilidad o una competencia: es una virtud que define un
estilo de vida y permite a las personas adaptarse mejor
a las presiones del medio. Una mente abierta tiene más
probabilidades de generar cambios constructivos que
redunden en una mejor calidad de vida; una mente rígida
no sólo está más propensa a sufrir todo tipo de trastornos
psicológicos, sino que, además, afectará negativamente al
entorno en el que se mueve. ¿Quién no ha sido víctima
alguna vez de la estupidez recalcitrante de alguien que,
por su rigidez mental, no es capaz de cambiar de opinión
o intenta imponer sus puntos de vista? No hay que ir
muy lejos: en cada familia, en el lugar de trabajo, en la
universidad, el colegio, el barrio o en el edificio donde
habitas, siempre habrá alguien intolerante y dogmático,
El poder del pensamiento flexibl13 13 15/1/09 15:30:3114 El poder del pensamiento flexible
tratando de sentar cátedra e influir sobre lo que piensas
o haces. Insisto: las mentes cerradas son un problema
para ellas mismas, y para la sociedad donde viven, en
tanto impiden el progreso y permanecen ancladas a una
tradición que quieren perpetuar a cualquier costo.
Por el contrario, el pensamiento flexible rompe este
molde retardatario y se abre a las nuevas experiencias
de manera optimista. Las mentes flexibles muestran, al
menos, las siguientes características: (a) no le temen a la
controversia constructiva y son capaces de dudar de ellas
mismas sin entrar en crisis (aceptan con naturalidad la crítica
y el error y evitan caer en posiciones dogmáticas); (b) no necesitan de solemnidades y formalismos acartonados para
ponderar sus puntos de vista (les gusta la risa y el humor
y los ponen en práctica); (c) no se inclinan ante las normas
irracionales ni la obediencia debida (son inconformistas
por naturaleza y ejercen el derecho a la desobediencia si fuera
necesario); (d) se oponen a toda forma de prejuicio y
discriminación (tienden a fijar posiciones ecuánimes y justas
que respeten a los demás y eviten la exclusión en cualquier
sentido); (e) no son superficiales y simplistas en sus análisis
y apreciaciones (su manera de pensar es profunda y compleja,
sin ser complicada), y (f) rechazan toda forma de autoritarismo y/o totalitarismo individual o social (defienden el
pluralismo y la democracia como modo de vida).
Las personas flexibles no son un dechado de virtudes ni nada por el estilo; simplemente buscan liberarse